El mundo alrededor de las putxeras
La Semana de la Interculturalidad de Balmaseda propicia el encuentro de vecinos llegados de otros países en una comida en la que degustaron el plato más emblemático de la villa
Deia, , 05-06-2014Esta vez han cambiado los papeles en la comida en la que inmigrantes y vecinos de Balmaseda estrechan lazos en el transcurso de la Semana de la Interculturalidad. Si en las anteriores ediciones los nuevos vecinos preparaban platos típicos de sus países de origen, ayer fueron la concejal de Igualdad, Garbiñe Santamarina; técnicas del área y las ediles de Bildu, Leire Sainz – Ezkerra, y PSE, Basi Ríos, – la representante de la Candidatura Local Independiente no pudo acudir – , quienes introdujeron a los nuevos residentes en la cultura local, preparando una putxera que después degustaron todos en una comida de hermandad.
Mientras las alubias se cocían a fuego lento bajo la carpa instalada en la plaza de San Juan, quienes han llegado a Balmaseda buscando un futuro mejor compartieron las vivencias que les han llevado a coincidir en una villa en la que se sienten “integrados y muy bien acogidos”, coincidieron todos. Ibone Sofía, nacida en Portugal, ya se considera “una balmasedana más después de veinte años”. Judith salió de Congo con su marido. Atravesaron a pie Camerún y Marruecos antes de subirse en una patera en la que cruzaron el estrecho rumbo a Canarias. Allí se separaron: ella se fue a Girona con unos familiares y él, a Bilbao, donde se reencontraron más tarde. Sin embargo, “él se marchó a Bélgica con otra mujer y me quedé sola”. Paseando por Bilbao encontró un cartel sobre una promoción de pisos en Balmaseda e hizo las maletas “para encontrar la paz que necesitaba tras el divorcio”. Con ayuda de una amiga brasileña reunió el dinero necesario para acceder al alquiler de un piso. Desde entonces, busca trabajo. “En mi país fui modista, pero aquí las cosas están muy difíciles”, indicó. La familia de María Dori y su hijo Christian tampoco lo ha tenido fácil. Tras abandonar Colombia vivieron sucesivamente en Basauri y Aranguren antes de mudarse a Balmaseda. “Mi hijo mayor ha vuelto a nuestro país desde Barcelona porque el tema del trabajo está cada vez más complicado”, explicó. Su único anhelo es que Christian cumpla su sueño de convertirse en bombero. Para lograrlo, el joven se ha volcado de lleno en sus estudios y en aprender euskera: "Voy poco a poco.
Agradecidos Como el resto de los recién llegados, ellos agradecen la información que el Ayuntamiento de Balmaseda pone a disposición de los extranjeros en una guía que contiene datos útiles sobre educación, sanidad, acción social, asesoramiento jurídico, acción social y asociaciones de inmigrantes. Además, “a través de los talleres que organiza el área de Inmigración, dirigidas a los niños, procuramos facilitar la integración de las familias en la vida de la localidad. Los colegios también ofrecen numerosas actividades”, afirmó la concejala de Igualdad, Garbiñe Santamarina, a pie de putxera. La población inmigrante de Balmaseda ronda las 500 personas, incluidas las provenientes de países de la Unión Europea.
Delicias culinarias típicas de muchos de ellos podrán probarse hoy en el pintxo pote de los jueves a cargo de la Asociación de Hostelería, que colabora con la séptima edición de la Semana de la Interculturalidad.
(Puede haber caducado)