La venerada imagen de la Divina Infantita, la Virgen María Niña, ha salido por primera vez de México, donde nació esta advocación en el siglo XIX, para visitar la ciudad de Melilla. En la ciudad autónoma, las hermanas de la Congregación de las Esclavas de la Inmaculada Niña desarrollan desde hace décadas una gran labor con los más pequeños, especialmente con niñas inmigrantes y menores no acompañadas.

Las hermanas de esta congregación junto con la Vicaría Episcopal de Melilla están desarrollando un amplio programa de actividades en torno a esta figura mariana que va desde actos religiosos y procesiones, hasta conciertos de música y danza o un festival infantil.

Esta congregación tiene una importante presencia en las ciudades marroquíes de Tánger y Nador, en donde ayudan tanto a los más pequeños y necesitados como a los inmigrantes. Por ello, hoy mismo llegará a Melilla, junto con don Jesús Catalá, obispo de Málaga, el arzobispo de Tánger, monseñor Santiago Agrelo.

Ambos mitrados presidirán para todo el pueblo melillense esta misma tarde una misa en la parroquia del Sagrado Corazón de Jesús, sede de la vicaría territorial, que será oficiada por sacerdotes que desarrollan su actividad en Melilla, Tánger y Nador.

El obispo de Málaga, diócesis a la que pertenece la ciudad autónoma de Melilla, aprovechará su visita para mantener una reunión con los responsables de Cáritas Interparroquial Melilla y con diversas entidades sociales que trabajan en esta ciudad con los colectivos más desfavorecidos.

Del mismo modo, Catalá visitará el Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI) para conocer de la mano de su director, Carlos Montero, la situación en la que se encuentran los más de 2.400 inmigrantes acogidos en estos momentos. El lunes, el titular de la iglesia en Melilla y Málaga cerrará su viaje con un encuentro con el delegado del Gobierno, Abdelmalik El Barkani, con el que tiene previsto dialogar de diversos asuntos entre los que la inmigración y las fronteras son una prioridad.

Encuentro con las congregaciones

Por su parte, el Arzobispo de Tánger aprovechará para tener un encuentro con las distintas congregaciones y realidades eclesiales que realizan labores sociales en la provincia de Nador. Así, Santiago Agrelo tendrá la oportunidad de ver el trabajo diario de la Delegación de Migraciones de su archidiócesis en los campamentos de inmigrantes subsaharianos que proliferan en los alrededores del monte Gurugú y de ciudades como Selouan o Segangan.

Monseñor Agrelo se ha posicionado siempre en contra de las políticas de frontera de España y de la Unión Europea. En diferentes cartas abiertas a los medios de comunicación en los últimos meses, ha condenado de forma clara y rotunda las expulsiones ilegales que realiza la Guardia Civil en la valla de Melilla o las actuaciones de los Cuerpos de Seguridad españoles en la muerte de 15 jóvenes subsaharianos el pasado 6 de febrero en la playa del Tarajal de Ceuta.

El arzobispo de Tánger, que ha mostrado interés por conocer la realidad de los inmigrantes una vez que cruzan la valla asegura ser testigo asombrado y apenado de que, en las fronteras del sur de Europa, son vulnerados los derechos fundamentales: “Nadie puede considerar respetuoso con la dignidad de las personas y con ‘su derecho a salir de cualquier país, incluido el propio’, el que, en veinte años, nuestras fronteras se hayan cobrado la vida de más de 20.000 jóvenes”.