No habrá dimisión ni destitución. El PNV rompió ayer por fin su silencio en plena tormenta para salir en defensa del alcalde de Sestao, Josu Bergara, y confirmarle en su cargo pese a desautorizar sus declaraciones de tintes racistas, que considera «inadecuadas, inapropiadas y contrarias a la ideología y los valores de pluralidad y de apertura» del partido. Pero para el PNV no son motivo suficiente para instar a Bergara a dimitir ni para forzar su cese. La formación de Andoni Ortuzar considera que en realidad han sido «un error», grave y censurable, pero insuficiente para dañar «una trayectoria vital y política» que para el dirección del partido en Vizcaya no merece someterse a «una condena sumarísima». Con ello, desoye las peticiones de dimisión que ayer reiteraba la práctica totalidad de los partidos y no pocas asociaciones de inmigrantes.

La nota hecha pública por la Ejecutiva vizcaína del PNV, que preside Itxaso Atutxa, llegó después de que la dirección de la formación nacionalista hubiera mantenido varios contactos telefónicos con Bergara. El pasado jueves, el propio alcalde de Sestao llegó a plantearse presentar su dimisión en un encuentro de urgencia mantenido con su equipo de Gobierno en el Consistorio, opción finalmente descartada. Una posibilidad que Bergara barajó tras hacerse públicas sus polémicas manifestaciones y la denuncia presentada contra él por cinco familias rumanas y dos particulares por un posible delito de prevaricación por omisión, con agravante de racismo, por impedir su empadronamiento.

El PNV considera suficientes las disculpas y las explicaciones dadas por Bergara, «desde la convicción» de que sus palabras no iban dirigidas contra los inmigrantes, sino «contra las personas incívicas» que residen en el municipio para «delinquir y quebrar el clima de paz y armonía». Más aún, el PNV cree que todo parte de una «filtración interesada» y soportada en una grabación «obtenida fraudulentamente».

El PNV se esforzó ayer por recomponer los daños ocasionados por las palabras del alcalde y por poner en valor los apoyos recibidos. El regidor no descuidó fotografiarse con organizaciones de inmigrantes y anunció para el lunes la presentación de una campaña de «alquileres asequibles» en el municipio. El lunes recibirá el apoyo de sus vecinos en una concentración impulsada por la asociación Txabarri-Garbi.

Bergara se vio ayer con algunas asociaciones de inmigrantes y de colectivos ciudadanos. El alcalde se disculpó con ellas y reiteró que Sestao no es un pueblo racista, «pero sí un municipio que está hastiado de soportar delincuencia y actos incívicos». A la salida de la cita, hubo quien le respaldó, quien le criticó y quien prefirió guardar silencio.

El apoyo le llegó del colectivo de ciudadanos colombianos: «Aceptamos sus disculpas, lo ha reconocido y eso tiene un valor». Las críticas, de los representantes de Costa de Marfil: «Le hemos planteado que cumpla las normas, las leyes –en referencia a las denuncias por dificultar el empadronamiento–, y que respete a todo el mundo». Y el silencio, de Cáritas.

La comunidad gitana emitió un duro comunicado en boca del presidente de la Fundación del Secretariado Gitano, que calificó de «claramente insuficientes» las disculpas y reclamó una respuesta «contundente» por parte de instituciones, partidos y ciudadanía a las palabras de Bergara, que «alimentan el virus del racismo, denigran a las personas y favorecen la constitución de chivos expiatorios». Además, la Federación de Asociaciones Gitanas de España exigió en un comunicado su dimisión.

En la oposición, el PSE urgió al PNV a «tomar medidas» contra Bergara, EH Bildu denunció que el PNV, con su respaldo, «arropa» un discurso xenófobo y una práctica política «ultraderechista», y el PP incorporó un matiz al debate para afirmar que hay que solucionar la conflictividad.