Melilla, desbordada tras colarse por un agujero 500 inmigrantes
El Ceti supera cinco veces su capacidad de acogida pese a los refuerzos de Interior
El Mundo, , 29-05-2014Corresponsal
En una ciudad tan pequeña como
Melilla, con apenas 13 kilómetros
cuadrados de superficie y limitaciones
en las infraestructuras, el auge
de la inmigración clandestina se vive
desde hace meses como una olla
a presión a punto de explotar.
Las entradas constantes por la
valla y el goteo de los que se cuelan
por los pasos fronterizos con
documentación falsa, sumados a
los que se producen vía patera y
doble fondo, han elevado el número
de inmigrantes irregulares acogidos
en el Centro de Estancia
Temporal (Ceti) por encima de los
2.300, después del último salto masivo
que registró ayer el perímetro
fronterizo, donde una avalancha
humana de 1.000 subsaharianos
hizo literalmente un agujero por el
que se colaron la mitad, poco menos
de 500. Entre ellos una mujer,
la segunda que logra saltar la valla.
Nunca antes el centro de estancia
temporal de Melilla había tenido
una población tan elevada. Su
récord estaba en 1.700, cuando la
ciudad autónoma vivió la crisis de
las vallas en el año 2005. Ahora,
nueve años después, el listón está
casi en el doble, a pesar de que el
Gobierno actual ha agilizado los
traslados de grupos de inmigrantes
a la Península respecto a la dinámica
que se seguía en las dos legislaturas
de Zapatero. Prácticamente
no hay semana en la que algún
grupo no salga en dirección a Europa
continental. Según los datos
que proporcionó ayer el secretario
de Estado de Seguridad, Francisco
Martínez, 1.734 inmigrantes han
salido en lo que va de año de Melilla
a la Península, lo que equivale a
una media de 75 cada semana.
A éstos se les sumarán otros 250
que saldrán de la ciudad autónoma
en apenas 72 horas para descongestionar
el Ceti, según ha podido saber
EL MUNDO de fuentes policiales.
Los primeros, unos 150, lo hicieron
ayer por la tarde en dos aviones militares
mientras el secretario de Estado
de Seguridad seguía en Melilla.
Los otros, alrededor de 120, saldrán
vía marítima hoy y mañana. Se trata
de traslados ya previstos antes de
que la ciudad sufriera ayer el caos
en el que se ve sumida con cada salto
masivo, y a los que seguirán más
salidas para tratar de aliviar la enorme
presión asistencial que sufre el
Ceti desde principios de este año.
La situación en el centro se vio
agravada con la avalancha histórica
del 18 de marzo, cuando 1.100 inmigrantes
intentaron entrar y lo lograron
unos 500. Cifras éstas muy similares
a las que se dieron en el salto
de ayer, también uno de los más numerosos
de todos los tiempos en la
valla, que ha terminado poniendo la
puntilla al Ceti. Su capacidad máxima
de 480 plazas se ha estirado como
el chicle gracias a la instalación
de carpas y camas dentro y fuera del
centro. El Ejército se apresuró ayer
a montar otras 20 tiendas modulares
y literas para 450 personas, evitando
de este modo que nadie tenga que
dormir a la intemperie como ocurrió
hace cinco años, a pesar de que ahora
son muchos más los inmigrantes
acogidos. En estos momentos, el Ceti
está a casi el quíntuple de la capacidad
para la que fue construido hace
apenas unos años. Muchas de
esas grandes tiendas de color verde
militar cubren prácticamente en su
totalidad la explanada por la que se
entra al centro, llegando casi a la carretera
de circunvalación.
Del desbordamiento práctico en el
que se encuentra el Ceti fue testigo
ayer la secretaria general de Inmigración,
Marina del Corral, que viajó
a Melilla junto al número dos de
Interior. Del Corral ya había estado
en el Ceti junto con el ministro Jorge
Fernández Díaz en la visita que hizo
a la ciudad el 6 de marzo. Desde entonces
han pasado poco menos de
tres meses y el centro acoge ahora a
1.000 inmigrantes más debido a los
dos asaltos históricos que ha vivido
la valla desde entonces.
El de ayer se registró poco antes
de las 6.00 horas en la misma zona
que los últimos intentos, cerca del
paso fronterizo de Barrio Chino. Tanta
coincidencia se debe, según Francisco
Martínez, a que en aquel punto
aún no se ha instalado el refuerzo
de la malla antitrepa. Una medida
que el propio Fernández Díaz anunció
como urgente y cuya instalación
todavía no es una realidad al 100%.
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