Caos en Melilla tras una nueva avalancha de inmigrantes

Medio millar de subsaharianos colapsa el Centro de Estancia Temporal

Diario de noticias de Gipuzkoa, , 29-05-2014

donostia – Una nueva entrada masiva de medio millar de subsaharianos por la valla de Melilla, una de las más importantes que ha registrado la ciudad, agravó ayer la difícil situación del Centro de Estancia Temporal de inmigrantes (CETI), con una cifra récord de más de 2.300 personas acogidas en una instalación de 500.

El salto se produjo poco antes de las 5.00 horas en un punto del perímetro próximo al puesto fronterizo de Barrio Chino, donde no está instalada en la valla la malla antitrepa, un sistema que impide a los inmigrantes trepar por la verja porque no permite introducir los dedos.

Nada más producirse el salto, el secretario de Estado de Seguridad, Francisco Martínez, se desplazó a la ciudad autónoma junto a la secretaria de Inmigración, Marina del Corral.

Sobre el terreno, visitaron la parte del perímetro por la que se produjo la entrada, donde el vallado quedó dañado.

Martínez anunció que para tratar de contener estas entradas masivas se va a acelerar la colocación de la malla antitrepa, por lo que se espera que en cuestión de días esté instalada en todo el perímetro, al tiempo que se va a reforzar la presencia de agentes destinados a la vigilancia fronteriza con dos grupos de las Unidades de Intervención Policial (UIP), lo que supone cien policías más.

El número dos de Interior alabó el trabajo de la Guardia Civil, y arremetió contra las mafias, demandando más implicación de la Unión Europea en su frontera sur.

presión migratoria Precisamente, el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, mantuvo ayer una conversación telefónica con su homólogo marroquí, Mohamed Hassad, para analizar la fuerte presión migratoria en Melilla.

Tanto Fernández Díaz como Hassad resaltaron el “excelente clima de cooperación” entre ambos gobiernos y evaluaron los mecanismos de coordinación de las fuerzas de seguridad de los dos países con el objetivo implementar las medidas de control ante la fuerte presión migratoria de los últimos meses.

Además de la labor de contención para que no haya más entradas, los esfuerzos se centran ahora en dar la mejor atención posible a los inmigrantes acogidos en el CETI, en tanto se trata de agilizar los traslados a la península.

En lo que va de año, casi 1.800 inmigrantes han salido de Melilla, una cifra que supone una media de 75 por semana, pero que no es suficiente para conseguir aliviar la saturación.

Las tiendas de campaña se han multiplicado en el exterior del CETI, aunque también las hay en el interior, con el objetivo de dar un techo, aunque sea de tela, a todos los que van llegando.

Entre los “recién llegados” se encuentra la segunda mujer que ha conseguido saltar la valla de Melilla, después de que en febrero lo consiguiera una inmigrante camerunesa que, inicialmente, dijo ser menor aunque luego reconoció que no lo era.

Para los inmigrantes, la situación del CETI entra dentro de una normalidad, un tanto desordenada, pero los más afectados son los trabajadores del centro.

Entre ellos se encuentran unos 43 vigilantes de seguridad que, al complicado y tenso trabajo – hay un vigilante de turno por cada 200 inmigrantes – suman el hecho de llevar más de dos meses sin cobrar. – N.G.

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