España es el país de la UE que impidió la entrada a más inmigrantes en 2013. Se denegó el acceso a 317.840 personas en la UE, y el 61% de ellas recibió la negativa de las autoridades españolas. 12.425 menores no acompañados pidieron protección.

Los grupos más amplios procedían de Afganistán (3.310), Somalia (1.580), Siria (1.010) y Eritrea (715). El grueso de peticiones fueron aceptadas en Suecia, Alemania, Reino Unido, Austria e Italia.