Análisis
La UE será diferente
El Mundo, , 26-05-2014Los resultados provisionales de las elecciones al Parlamento Europeo parecen confirmar la mayoría de los pronósticos: el Parlamento Europeo 2014-2019 será más polarizado que el anterior, los partidos tradicionales y de centro perderán terreno y los partidos a cada extremo –tanto a la izquierda como a la derecha del espectro político– aumentarán su representación en la Eurocámara.
Lo más significativo es la más que probable constitución de un nuevo grupo político, la Alianza Europea para la Libertad (se necesitan al menos 25 eurodiputados de siete países para formar un nuevo grupo). Éste incluiría al Frente Nacional de Francia, el Partido por la Libertad de Holanda, el FPÖ de Austria, el Vlaams Belang de Bélgica, la Liga Norte de Italia, el Partido Nacional de Eslovaquia y los Demócratas de Suecia. La extrema derecha, junto a euroescépticos, eurorrealistas y eurocríticos podrían representar alrededor del 30% del nuevo Parlamento Europeo.
Esta nueva correlación de fuerzas tendría un impacto en políticas económicas y de empleo. La más que probable gran coalición entre populares y socialdemócratas podría suavizar las medidas de austeridad, incrementar la regulación financiera y fomentar el gasto público. Por otro lado, la presión de la extrema derecha sobre partidos tradicionales podría resultar en más barreras a la inmigración y dificultades para convencer a la ciudadanía sobre la conveniencia de una mayor integración política y económica de la UE.
Otros temas clave de la agenda europea para la próxima legislatura serán la dependencia energética de la UE y sus alternativas, el tratado comercial con EEUU, la expansión del mercado interior de la UE y el debate sobre futuro de la integración europea. La apuesta por «más Europa» nunca tuvo tantos detractores. Sus defensores deberán ser más precisos y explicar a la ciudadanía qué implica concretamente, y si tal extensión de las competencias de la UE iría acompañada de más control democrático por el Parlamento Europeo.
Estas elecciones han sido diferentes en términos de visibilidad y europeización de las campañas electorales. Los datos de participación a nivel europeo demuestran un freno a la creciente abstención que caracteriza a estos comicios. El éxito y la credibilidad de este proceso se confirmarán si el próximo presidente de la Comisión es uno de los candidatos principales. Lo contrario sería un varapalo a la democracia paneuropea.
Joan M. Lanfranco Pari es director de Políticas y Comunicación en VoteWatch Europe.
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