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Los sondeos enfrían la expectativas del extremista Wilders en Holanda

Las encuestas a pie de urna relegan al partido del líder antimusulmán al cuarto puesto.

El País, Walter Oppenheimer, 22-05-2014

Los electores de un país euroescéptico de toda la vida, Reino Unido, y de uno que empieza a serlo cada vez más, Holanda, abrieron el jueves las votaciones para el Parlamento Europeo. En ambos llegaron con fuerza a las urnas las formaciones antieuropeas de extrema derecha. A pesar de que la Comisión Europea había pedido a La Haya que no publicase los resultados electorales hasta el domingo (una vez que todos los países de la Unión hayan votado), para no influir en el resto de los socios, la televisión estatal NOS difundió esta noche resultados de sondeos a pie de urna realizados por la consultora IPSOS.

El Partido de la Libertad de Geert Wilders, el político extremista que quiere que Holanda abandone la Unión y el euro, obtendría así un 12,7% y tres escaños, y quedaría por detrás de los democristianos (15,4% y cinco escaños) y de los liberales de izquierda (15,3% y cuatro escaños)

La situación muestra las contradicciones del modelo comunitario visto desde Holanda. Porque mientras los liberales quieren una federación con amplio mercado interno y la entrada, en su momento, de Turquía, la democracia cristiana rechaza nuevas ampliaciones y cualquier intento federal. Sin embargo, apoya el euro sin reservas y la mano dura en cuestiones de déficit.

Holanda es uno de los contribuyentes netos de la UE, y según datos de la Oficina Central de Planificación, en 2012 remitió a Bruselas 6.000 millones de euros y recibió como contrapartida 2.100 millones. Al ser un país rico, paga más de lo que recoge, pero tiene ventajas aduaneras, por ejemplo en el puerto de Rotterdam. Aunque alrededor de 2,2 millones de empleos dependen de la exportación a países de la UE, el único que aboga por quitarse la estrella comunitaria es Wilders. Lo dice, y lo ha escenificado. El pasado martes, recortó una bandera comunitaria en Bruselas y prometió “devolver a casa la estrella de Holanda” con todos sus poderes y atribuciones.

En el caso británico, la campaña electoral se ha centrado en torno al nacionalista Partido de la Independencia de Reino Unido (UKIP) que lidera el carismático Nigel Farage, y que ha convertido una formación que nació para defender la retirada británica de la UE en un partido enemigo acérrimo de la inmigración tanto comunitaria como extracomunitaria, y que ha sido abiertamente acusado de racismo. El protagonismo de Farage en la campaña no ha hecho más que beneficiar las expectativas de voto del UKIP. Unas declaraciones en las que Farage decía que no quisiera que al lado de su casa se instalara una familia rumana parecen haber acabado fortaleciéndole aún más, a tenor de las encuestas.

Según el último sondeo de YouGov efectuado antes de la jornada de votaciones del jueves, el UKIP ganaría las europeas con un 27% de los votos, por delante de laboristas (26%), conservadores (22%) y liberales – demócratas (9%). El sondeo de Opinium para el Daily Mail da ganador al UKIP con aún más ventaja: 32% del voto frente a 25% de los laboristas, 22% los tories y un escuálido 6% para los liberales, que les dejaría a la misma altura que Los Verdes y con la terrible perspectiva de perder los 11 eurodiputados que consiguieron en 2009.

Los británicos también votaron el jueves para renovar una parte de sus ayuntamientos, incluidos los distritos de Londres. Esas elecciones, cuyos resultados se conocerán hoy viernes, quizá permitan hacer un pronóstico más sereno de lo que puede ocurrir en las legislativas de 2015, a pesar de que el análisis siempre se complica por el hecho de que se mezclan cuestiones locales a la hora de votar y no se renuevan todos los ayuntamientos del país.

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