España / mafia china
Un policía imputado: «Gao Ping era muy buena persona, no podía imaginar que hacía cosas ilegales»
El inspector denuncia presiones a tres chinos para que acusen a policías pero no da al fiscal Anticorrupción sus nombres
ABC, , 22-05-2014«Gao Ping era muy educado, atento, decente… No podía imaginar que estaba haciendo algo ilegal», declaró ayer el inspector imputado Miguel Ángel Gómez Gordo ante el juez de la Audiencia Nacional Ismael Moreno. Su relación con el considerado jefe de la mafia china era muy estrecha, hasta el punto de reunirse con él en un viaje a China. Su nombre, como el de otro de los imputados, el inspector jefe Federico Sánchez de Frutos, aparecía en un documento de oficina manuscrito intervenido en la vivienda del capo, en lo que parecía ser una lista de contactos hecha por sectores: Ayuntamiento de Fuenlabrada, Policía… También su planning de vida y expectativas de ingresos, desvelado en su momento por ABC.
Gómez Gordo, que mandaba el Grupo V de la Brigada de Extranjería de Madrid, que investiga todo lo relacionado con la comunidad china, compareció ante el instructor a petición propia. Sin embargo, según las fuentes consultadas por ABC no despejó ninguna de las dudas que hay sobre su comportamiento. En especial, no aclaró su asombrosa capacidad de ahorro, que le permitía guardar entre el 40 y el 50 por ciento de su sueldo… «Nunca he cobrado un sobresueldo de Gao Ping ni de nadie», dijo con contundencia. «El informe de la Agencia Tributaria está plagado de errores», sostuvo. Tampoco aclaró la razón por la que el presunto capo había escrito su nombre en el citado documento intervenido en el registro del chalé de éste. Y se preguntó por qué los investigadores no le habían pedido información durante las pesquisas de la «operación Emperador».
La comparecencia tuvo, como otras de policías imputados, momentos sorprendentes. De nuevo el abogado Jaime Sanz de Bremond, defensor de Gao Ping, interrumpió al fiscal Anticorrupción, Juan José Rosa, para decir que una pregunta era capciosa. Es cuando menos extraño que un letrado que no es el defensor del implicados se comporte como tal y que no sea la primera vez que eso se produce. Da la sensación, a juicio de las fuentes consultadas, de que ejerce una especie de coordinación de las defensas de algunos de los investigados, entre ellas las de algunos de los miembros de las Fuerzas de Seguridad.
Miguel Ángel Gómez Gordo conocía además a otro de los implicados en el caso, Yongping Wu Liu, un empresario que se relacionaba con la práctica totalidad de los policías imputados en este procedimiento, con alguno de los cuáles, además, tenía muy estrechas relaciones. Ambos mantuvieron una interesante conversacion telefónica, el agente desde Pekín, en la que éste le dice que está con una mujer, y que la le dirá quién es. Ahora se le ha preguntado quién era esa persona, pero tampoco lo dice. Además, hay una conversación en a que le pide que le cambie el billete de vuelta desde la capital china, a donde viajó con motivo de unas expulsiones, por uno en primera… Admitió además haber ido con Yogping Wu Liu al fútbol, pero aclaró que el que pagó fue él.
Pero Gómez Gordo, además, añadió en su declaración un elemento de confusión. A preguntas de su abogada, dijo que ciudadanos chinos eran presionados por abogados para que declarasen en contra de los policías. Pero a preguntas del fiscal Anticorrupción, Juan José Rosa, no quiso dar sus nombres «no me parece procedente decir quiénes son», afirmó, y solo dijo que estaban en libertad provisional, ni el de los letrados que supuestamente hacían ese tipo de cosas. Sobre los favores, consistirían en devolverles el pasaporte, poder viajar a China…
Es decir; tiró la piedra y escondió la mano, pero fue lo suficiente para que vuelva a hablarse de supuestas presiones en un caso que desde que se imputó a los últimos policías, entre ellos tres comisarios, no hace más que provocar sobresaltos…
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