El Barcelona ha despedido a una mujer que trabajaba como taquillera en su museo al identificarla como la protagonista de unos gestos racistas al jugador africano Koné, del Racing de Santander, durante el partido que el equipo cántabro jugó el domingo ante el Llagostera (Gerona), correspondiente al play off de ascenso a Segunda división. El club azulgrana está muy concienciado con cuestiones referentes al racismo, especialmente tras el incidente ocurrido recientemente en Villarreal, donde un aficionado local lanzó un plátano a Dani Alves.

La aficionada increpó a Koné e imitó los gestos del mono durante el partido de ida de la promoción a Segunda disputado entre el Llagostera y el Racing de Santander. La mujer, identificada a través de unas imágenes, ha sido reconocida por el Barcelona, que ha prescindido de sus servicios a raíz de ese gesto.

El club azulgrana dispone desde septiembre de 2010 de un código ético que castiga este tipo de conductas. Concretamente en el punto 4.14 se especifican una serie de principios y valores contrarios a estas prácticas. Se refiere a la «discriminación o trato inadecuado por razones de género, raza, color, nacionalidad, creencia, religión, opinión política, estado, orientación sexual, minusvalía o cualquier otra circunstancia personal protegida por el derecho, tanto respecto a empleados, directivos, socios o proveedores».

El Llagostera ya había denunciado a la aficionada ante los Mossos y ha informado de que no se trataba de una socia de la entidad. Además, el club gerundense le impedirá el acceso a las instalaciones del club de por vida. Las imágenes fueron captadas por las cámaras de televisión y posteriormente una captura de las mismas fue difundida por las redes sociales.