Enfermos de pobreza
expertos debaten en la upna sobre las desigualdades, agudizadas por la crisis, y sus efectos en la salud
Diario de Noticias, , 16-05-2014el paro, la pobreza y las privaciones explican el deterioro de la salud física y mental de una parte creciente de la población. A esta conclusión llegaron ayer expertos de ámbitos diversos, que reflexionaron sobre la respuesta del sistema sanitario a esta situación en la Jornada Desigualdad y Salud, organizada por la Cátedra UNESCO de la UPNA y el Plan de Universidad Saludable.
El acto arrancó con una conferencia de Joan Benach, profesor de Salud Pública y Salud Laboral en la Universitat Pompeu Fabra de Barcelona, que intentó dar respuesta a la pregunta ¿qué podemos hacer para cambiar las inequidades en salud? Este experto, tras señalar la distancia en la esperanza de vida entre países, e incluso barrios, ricos y pobres, citó diferentes determinantes sociales que causan estas desigualdades, entre ellos, los factores políticos, sociales y sanitarios, los ingresos y la pobreza, el género y la etnia, la privación material y social o los servicios de atención sanitaria.
Benach rechazó que se recurra “a la ideología de los estilos de vida” o a la genética para explicar problemas de salud como la epidemia de obesidad. Tras recordar un estudio que prueba cómo el nivel de colesterol malo está directamente relacionado con el puesto de trabajo desempeñado – “el colesterol refleja las desigualdades sociales porque la biología expresa la sociedad” – , explicó que mientras la investigación médica se encarga de “las causas cercanas” de los problemas de salud, la investigación social lo hace de “las causas de las causas”. Entre estas últimas se encuentra, a su juicio, el brutal peso de las corporaciones alimentarias – “diez de ellas controlan casi todo lo que compramos” – en las decisiones políticas.
Benach aplicó algunos de los determinantes mencionado para hablar del impacto de la crisis. “El desempleo, por ejemplo, influye en una cascada de problemas de salud: aumenta la tendencia al alcoholismo, a la depresión, al consumo de medicamentos”, expuso. El experto destacó que el hecho de que el desempleo se reduzca no significa que lo haga la precariedad, que vinculó con la discriminación, el miedo o la vulnerabilidad.
Respecto a la atención sanitaria, aseguró que nos encontramos “ante estrategias de fondo neoliberales para privatizar la sanidad”. “Es un gran negocio”, dijo. Benach vaticinó un futuro en el que habrá tres niveles sanitarios: el de los ricos, con mutuas y seguros privados, el de una clase media empobrecida y el de la beneficiencia. “Ya no hay que hablar de sanidad privada y pública, sino de mercantilización”, aseguró. Para el experto la cuestión de fondo es de corte político. “El capitalismo está montando un cambio de tal magnitud que pone en riesgo la sanidad y la democracia: los intereses de gobiernos y corporaciones están tan imbricados que hace necesario retomar la cuestión de quién tiene el poder”, emplazó. Sobre la posibilidad de cambiar esta situación, aseveró: “Mientras las elites no tengan miedo del pueblo, no hay nada que hacer”.
reforma laboral Benach, al término de la charla, abordó los efectos de la última reforma laboral en la salud: “Ha dinamitado la negociación colectiva. El dar más poder al empresario y quitárselo a la capacidad de negociación de trabajadores y sindicatos se traduce en peor calidad y más precarización del empleo, y eso se reflejará en la salud y calidad de vida”, alertó.
A la conferencia, le siguió una mesa redonda en la que Ruben Lasheras, investigador de la Cátedra UNESCO, ejemplificó con relatos de personas que están sufriendo el impacto de la crisis cómo ésta afecta a la salud: casos de ansiedad por desempleo, de personas que han sufrido accidentes laborales y carecen de seguro, de mala alimentación en las familias, de depresión entre inmigrantes sin red familiar o de problemas respiratorios en hogares sin dinero para calefacción.
Mª Sol de la Nava, trabajadora social del Programa Acogida del Ayuntamiento de Pamplona, detalló todos los aspectos en los que se está produciendo la vulneración del “derecho inalienable a la salud”. “Se ha perdido la universalidad y eso afecta a las personas más vulnerables. Además, el sistema público se ha deteriorado con el copago, las privatizaciones, los recortes, la caída de las subvenciones a las asociaciones de pacientes y familias”, resumió. De la Nava mencionó las peores condiciones laborales, de vivienda, de la renta básica y la atención a la dependencia como causantes de merma en la salud, algo que constatan los profesionales de servicios sociales.
Juan Simó, médico del centro de salud de la Rochapea, por su parte, repasó los datos sanitarios más recientes y concluyó que pese a la crisis en su mayoría no empeoran, algo que atribuyó con ironía “no a la dieta mediterránea sino a la familia mediterránea, un fondo de protección social subsidiario cuando el principal falla”.
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