Turba a la caza de chinos
Primeras víctimas mortales en los disturbios en Vietnam
El Mundo, , 16-05-2014El Mar del Sur de China, el escenario que numerosos analistas han calificado de mayor potencial bélico en el siglo XXI, sigue calentándose. Tras días de disturbios que se han extendido por todo Vietnam y ataques a las fábricas extranjeras, las protestas antichinas se cobraron en la madrugada del jueves las primeras víctimas mortales.
Una turba de manifestantes asaltó la mayor planta siderúrgica de Vietnam, de propiedad taiwanesa, a la caza de los trabajadores chinos. De acuerdo a un testimonio de un doctor del Hospital General de Ha Tinh recogido por Reuters, 21 personas –cinco vietnamitas y 16 de apariencia china– murieron en el ataque. La agencia estatal Xinhua situó el número de fallecidos en «al menos dos», mientras que otras fuentes rebajaban la cifra a uno.
La violencia eleva, en todo caso, el potencial explosivo de un conflicto que estalló el pasado 2 de mayo, cuando la petrolera estatal china CNOCC, arropada por decenas de buques militares, trasladó una plataforma de extracción a unas aguas en disputa entre ambos países. Ayer, Pekín puso en alerta a las tropas acantonadas en la frontera con Vietnam. «Las dos partes quieren evitar una guerra, pero el riesgo de un incidente en el mar es real», asevera Jessica Weiss, investigadora en Yale. .
El caso pone de manifiesto la creciente osadía de China para hacer valer lo que considera sus derechos territoriales y la resistencia está despertando en países vecinos como Japón, Filipinas y Vietnam. Hanoi y Pekín, que comparten un sistema político similar, libraron un conflicto militar en 1979 que provocó decenas de miles de muertos. Ambos países mantienen estrechos lazos económicos. China es el primer proveedor de turistas y uno de los mayores inversores en su vecino asiático.
Hanoi, la parte débil
«Vietnam está en una posición débil», asegura Weiss. «Sospecho que el Gobierno ha permitido las protestas para ganar margen de maniobra contra Pekín», afirma. Hasta ahora no se había reportado ningún muerto en unos incidentes que, sin embargo, sí habían provocado importantes daños materiales durante la semana. El martes, alrededor de 20.000 vietnamitas incendiaron decenas de fábricas chinas, taiwanesas y de otras nacionalidades en la provincia de Binh Duong, en los alrededores de Ho Chi Min.
«De camino al trabajo vi ardiendo varias fábricas chinas», asegura un español que trabaja en una factoría australiana en Binh Duong. «En nuestra empresa tiraron la puerta y el guarda de seguridad tenía un golpe en la pierna», continúa. «Nos han dicho que tengamos cuidado por ser extranjeros, pero aún no he tenido ningún problema», afirma.
Más de 600 chinos han huido a Camboya a través de la frontera terrestre con Vietnam, según Reuters. Taiwán ha fletado varios aviones para repatriar a sus nacionales. Y varias fábricas extranjeras han parado la producción.
Los medios estatales chinos han criticado con dureza la posición de Hanoi. El diario Global Times calificaba ayer en su editorial a Vietnam de «paria» de cara a los inversores y culpaba a la propaganda vietnamita de los altercados. La censura de Pekín, sin embargo, se empleó a fondo para borrar las referencias en las redes sociales a los muertos, probablemente a fin de evitar una reacción nacionalista en suelo chino.
La plataforma petrolífera de CNOCC está situada a unas 120 millas de la costa vietnamita y a menos de 20 millas de las islas Paracel, cuya soberanía se disputan Vietnam, China y Taiwán.
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