La Guardia Civil acomete una operación contra 70 inmigrantes, 61 de ellos menores, en el puerto de Melilla

Mientras todas las miradas están puestas en las vallas fronterizas, otra forma de acceder de manera ilegal en España sigue creciendo en el norte de África. Este miércoles, la Guardia Civil ha interceptado a 70 inmigrantes de origen magrebí, 61 de ellos menores de edad, que se encontraban en las inmediaciones del puerto de Melilla y en el interior de sus zonas de seguridad con el objetivo de colarse en los buques y llegar como polizones a la Península Ibérica.

Esta modalidad, muy extendida entre menores de origen marroquí y argelino, consiste en introducirse en los buques correos o de mercancías que enlazan Melilla con la península (Málaga, Almería y Motril) u otros puertos europeos. Para ello, los inmigrantes esperan escondidos en los aledaños del puerto y, en muchos casos, en zonas de acceso restringido hasta que aprovechan un recoveco por donde entrar en los buques. De ahí que la actuación de la Guardia Civil tenga como finalidad «velar por la seguridad de estas personas, ya que en cualquier momento se puede producir un accidente de cualquier tipo».

Según la comandancia de la Guardia Civil, en su intento por viajar a la península, estos inmigrantes se ocultan en los dobles fondos de los coches y en lugares que ponen en riesgo su integridad física. Los agentes han llegado a auxiliar y rescatar a personas ocultas «bajo el peso de chatarra suelta», entre «los bloques de chatarra de vehículos compactados», en el interior de «cubetas de cemento», y en «las transmisiones de vehículos».

Los 61 menores han sido entregados a la Policía Local para su puesta a disposición de la Consejería de Bienestar Social y Sanidad de la ciudad autónoma de Melilla, mientras que a los adultos se les ha aplicado la Ley de Extranjería y han sido trasladados a la Jefatura Superior de Policía. Entre estos nueve adultos se encontraba uno en busca y captura como presunto autor de un delito de lesiones y, posiblemente, de otro delito por robo.

La Guardia Civil de Melilla ha localizado en lo que va de año a más de cuatrocientos menores extranjeros. La mayoría de estos menores tienen entre 14 y 17 años de edad, «solo un mínimo porcentaje está en una inferior a los 10 años y en su práctica totalidad son de nacionalidad marroquí», según los datos manejados por la benemérita.