Alicante

Piden 30 años a un hombre por abusos sexuales a las dos hijas de su expareja

El acusado aprovechó supuestamente un viaje de la madre a El Congo, país de origen de ésta, para cometer los dos delitos que se le imputan

Las Provincias, DAVID SEVILLA | ELCHE ., 07-05-2014

Cuatro años después de que supuestamente ocurrieran los hechos, ayer comenzó el juicio en la Sección Séptima de la Audiencia Provincial en Elche contra un octogenario por abusar en sexualmente, y en reiteradas ocasiones, de las hijas de la que entonces era su pareja sentimental aprovechando un viaje que Bela, madre de las víctimas, realizó a El Congo, su país natal. Dos delitos por los que el fiscal pide 30 años, 15 por cada menor, que entonces contaban con 11 y 12 años respectivamente.

La vista oral, en la que declaró el acusado y la expareja sentimental, fue a puerta cerrada y quedó aplazada hasta el 29 de mayo, fecha en la que declararán las menores. Las víctimas, que ahora cuentan con 15 y 16 años respectivamente, aseguran que el acusado, que en el momento de los hechos tenía 76 años, abusó de ellas en reiteradas ocasiones y aprovechaba la ausencia de la madre para llevar a otros pederastas a la casa que ambos compartían.

Los supuestos abusos ocurrieron cuando Bela y sus hijas convivían con el acusado en una casa situada en Gran Alacant (Santa Pola), propiedad del mismo. Asimismo, según informó la madre, las adolescentes se encuentran en tratamiento psiquiátrico y una de sus hijas se ha intentado suicidar en dos ocasiones durante los cuatro años que llevan esperando el juicio.

Una historia que se repite

La madre de las víctimas aseguró ser consciente del mal trago que están pasando sus hijas puesto que, según aseguró, ella también fue víctima de abusos sexuales cuando era una adolescente en su país natal. «Si finalmente resulta condenado, será un alivio para las tres, aunque no vamos a poder recuperar el tiempo perdido y las secuelas psicológicas de mis hijas van a ser para toda la vida», explicó Bela. Asimismo, la madre y sus hijas viven actualmente en la provincia de Alicante gracias a la ayuda de un ciudadano holandés que, además de ofrecerles cobijo en su casa, les está ayudando económicamente con el costoso proceso judicial.

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