Desde la tragedia sólo se ha registrado un incidente similar, manteniéndose el resto de días la normalidad, en contraste con Melilla

Cuandos se cumplen tres meses de la tragedia migratoria más luctuosa que ha tenido que vivir la sociedad ceutí – con la muerte de quince personas – la inmigración irregular parece haber dado una «tregua» a Ceuta con una relativa calma en el paso fronterizo.

Fuentes policiales han confirmado a Efe que desde que se produjo la avalancha en la que fallecieron quince inmigrantes subsaharianos – de los cuales cinco cuerpos fueron recuperados en aguas de Ceuta – sólo se ha registrado un incidente similar, manteniéndose el resto de días la normalidad.

Desde que el 6 de febrero se dejaron la vida en el mar quince subsaharianos, los inmigrantes que todavía aguardan en Marruecos para entrar ilegalmente en Ceuta únicamente han vuelto a protagonizar un intento de entrada masivo: fueron 1.500 los que buscaron entrar por este método el 4 de marzo, no logrando ninguno de ellos su propósito.

Un mayor control por parte de Marruecos en las inmediaciones de la frontera ceutí y la orografía del terreno que dificulta los accesos a la valla fronteriza son dos de los aspectos que los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado barajan para explicar esta baja presión migratoria, que contrasta con lo que sucede en Melilla.

Esta situación ha motivado que el Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI) mantenga en sus instalaciones a unos 600 inmigrantes para una capacidad total de 512 plazas, por lo que se encuentra por encima de su capacidad ideal.

El goteo en las entradas de los sirios, sobre todo de familias con muchos niños, ha ocasionado que la presión migratoria se desvíe hacia los inmigrantes de esta nacionalidad ya que los casos de entradas de subsaharianos son ahora contados.

Mientras tanto, pocos datos nuevos se han aportado desde las instancias judiciales sobre la investigación abierta por el Juzgado de Instrucción número 6 de Ceuta a raíz de la denuncia presentada por varias organizaciones no gubernamentales.

Las últimas informaciones apuntan a que la juez no ha recibido los datos de los diez fallecidos en aguas marroquíes y que los cinco cadáveres aparecidos en las playas de la ciudad ceutí murieron por asfixia por inmersión. Nada más.

Lo que sí tienen claro los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado es que la situación puede cambiar en cualquier momento, por lo que en la frontera se mantiene una vigilancia especial para controlar este fenómeno que hace hoy tres meses deparó una de sus páginas más tristes.