Al menos cinco canales de televisión han desplazado unidades móviles a Burela para hablar con Gislen y José Manuel. Ambos ratificaron ayer la protesta por la negativa del Hospital da Costa a atender a Lisandro. A sus dos años, se recupera del problema respiratorio por el que pedía ayuda médica su madre, la inmigrante caboverdiana Gislen. Ella salió de Urgencias del hospital más angustiada que cuando entró porque, según dijo, para consultar a su hijo le exigían firmar un compromiso de pago. Se lo contó a José Manuel, su vecino, y él los acompañó de regreso al hospital, logrando entonces asistencia, pero en Urgencias de primaria.

«No pasaría con otro apellido»

Desde que este diario se hizo eco de la queja formal de José Manuel y Gislen, numerosos medios de comunicación se han interesado por lo que el Sergas admite como «un fallo administrativo moi puntual». Afortunadamente sin consecuencias para la salud del pequeño, se cometió en un hospital, como el de Burela, habituado a atender inmigrantes desde que abrió.

El pequeño Lisandro recuperará hoy la rutina habitual porque, aunque ayer decía que no le apetece mucho, toca guardería. Allí volverá, ajeno a la que se ha armado por lo que vivió su madre para encontrarle médico. El Sergas responderá «en breve» a la protesta de Gislen y José Manuel. Por ahora, ellos solo conocen las explicaciones públicas, un «fallo» del que José Manuel cree «responsables al director del hospital, a la conselleira de Sanidade y a la ministra; que deberían dimitir».

«Si el niño tuviese un apellido que pareciese más español, seguro que ni a él ni a su madre les pasaba esto», lamentaba ayer José Manuel Carballo.

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