en la audiencia de gipuzkoa

Comienza hoy el juicio contra el acusado de matar a su excompañera en Hernani

El inculpado está procesado asimismo por agredir con un arma blanca a dos hombres

Diario Vasco, , 05-05-2014

La Sección Primera de la Audiencia de Gipuzkoa juzgará desde hoy a un ciudadano ecuatoriano para el que la Fiscalía pide penas que suman 34 años por, presuntamente, asesinar a cuchilladas en 2011 a su excompañera sentimental e intentar matar a la hija de ésta en Hernani.

El inculpado está procesado asimismo por agredir con un arma blanca a dos hombres que mediaron para evitar que continuara con la agresión.

La acción popular, que ejerce la asociación Clara Campoamor a través de la abogada Cristina Ramos, solicita las mismas penas de 34 años de prisión para el encausado, mientras que la acusación particular que representa a la familia de la fallecida demanda 26 años, ya que no está facultada para reclamar por los dos ciudadanos que terciaron en la disputa.

Por su parte, la defensa reconoce parcialmente los hechos y reclama penas que suman once años y medio para el procesado, para quien solicita las atenuantes de embriaguez y de haber actuado en un estado de arrebato.

Según el escrito de acusación provisional del Ministerio Público, al que ha tenido acceso EFE, los hechos, sucedieron sobre las 5.00 horas del 3 de julio de 2011, cuando la víctima, Rosario Román, de 55 años, y su hija Yolanda, de 30, aquejada de una discapacidad del 40 %, se dirigían al domicilio de una amiga y descubrieron al procesado dormido en un banco de la calle, por lo que la fallecida le expresó “la conveniencia de que se fuese a casa a dormir”.

El texto de la Fiscalía precisa que, poco después, cuando las mujeres ya estaban en el domicilio de su amiga, se acercaron a una ventana y vieron en la calle al imputado, de 42 años, quien advirtió a Rosario de que ella le iba a “pagar” todo lo que le debía.

Media hora más tarde, Rosario y su hija bajaron a la vía pública y fueron a tomar un taxi, instante en el que el procesado “se dirigió sigilosamente” a las mujeres ocultando un cuchillo y, “de manera fulgurante y sorpresiva, se abalanzó sobre Yolanda” a la que, tras un breve forcejeo, tiró al suelo y presuntamente “le asestó varias puñaladas” en el cuerpo.

“Inmediatamente prosigue el escrito, movido por el mismo propósito, el acusado abordó a Rosario, la tiró al suelo y le propino hasta seis puñaladas en el tórax y en el corazón”.

“Alertados por los gritos”, dos hombres que se encontraban en la zona quisieron “poner fin a la agresión” e intentaron arrebatar el cuchillo al imputado, quien presuntamente arremetió contra ellos.

Uno de estos hombres recibió distintas heridas en un antebrazo, en la región dorsal y en la zona lumbar, mientras que el otro sufrió lesiones en los dedos de una mano.

La herida que causó el fallecimiento de Rosario Román, quien trabajaba en la cocina de la Policlínica de Gipuzkoa en San Sebastián, le alcanzó el ventrículo izquierdo del corazón, lo que le desencadenó una hemorragia con taponamiento cardíaco y un shock cardiogénico que le provocó la muerte.

El excompañero sentimental de Rosario fue detenido después de que un ertzaina que estableció contacto telefónico con él le convenciera para entregarse. El agente se citó con el presunto homicida en una calle del barrio de Portu, donde miembros de la Ertzaintza y de la Policía Local lo arrestaron.

El acusado, que había mantenido con Rosario Román una relación estable análoga a la matrimonial durante aproximadamente siete años, había sido condenado en 2008 por un delito de maltrato. Además, la fallecida había presentado una denuncia en su contra el 1 de mayo de 2011 porque la había “insultado y humillado”, si bien al día siguiente la retiró.

La Fiscalía considera que estos hechos son constitutivos de un delito de asesinato y de otro en grado de tentativa, ambos con la agravante de parentesco, así como de otros dos delitos de lesiones con instrumento peligroso, por los que pide penas que suman 34 años y distintas indemnizaciones para los tres hijos de la fallecida, y para los dos ciudadanos que intentaron auxiliar a las agredidas, entre otras penas accesorias.

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