melilla – La ciudad autónoma de Melilla, en boca del portavoz de su Gobierno, Daniel Conesa, lanzó ayer un SOS ante la presión migratoria que sufre, advirtiendo que la ciudad, de apenas trece kilómetros cuadrados de superficie, está “llegando al límite de lo que puede soportar”. NO tiene ni “capacidad física” ni infraestructuras para albergar a los cada vez más numerosos extranjeros que logran saltar la valla, de ahí que el Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI), con 480 plazas, albergue hoy a más de 1.900 personas, el cuádruple de su capacidad máxima.

Por eso, Conesa pidió ayer la agilización “en la medida de lo posible” de los traslados de grupos de inmigrantes a la península, ya que “Melilla no puede ser un tapón donde se concentren muchas personas”.

Por distintas razones, un grupo de inmigrantes de origen sirio coincidió ayer en la reivindicación de Conesa y reclamaron, frente a la Delegación del Gobierno español en Melilla, su traslado a la península. Uno de ellos explicó que la situación en el CETI es muy complicada, dada la saturación que padece desde hace semanas. Según este inmigrante, las habitaciones son compartidas por muchas personas, algo que da origen a conflictos. Esto ha provocado, por ejemplo, que algunos extranjeros, fundamentalmente sirios, hayan decidido montar un campamento en el exterior del CETI, con chabolas hechas con cartones y plásticos.

“Agresividad” Mientras la ciudad autónoma y los propios inmigrantes denunciaban la sobreocupación del CETI, el delegado del Gobierno español en Melilla, Abdelmalik El Barkani, defendía que las fuerzas de seguridad actúan de acuerdo al criterio de “proporcionalidad”, al tiempo que denunciaba “la agresividad” de los inmigrantes en los saltos del jueves, en dos intentos de unos 800 subsaharianos de los 140 lograron entrar, al haber usado objetos contundentes e incluso arrojar ropa con fuego a los guardias civiles que evitaban que accedieran a territorio español.

El Barkani dijo que no tiene ninguna intención de “criminalizar” a los inmigrantes que pretenden pasar a Melilla “porque son las primeras víctimas de las mafias” y porque buscan un futuro mejor, pero señaló que “eso no puede ser excusa para que admitamos este tipo de comportamiento ni una predisposición al enfrentamiento”. En la rueda de prensa, se mostraron un arma blanca, ganzúas, anclas y palos, instrumentos que, según dijo, portaban los inmigrantes.

El delegado defendió así el uso de extintores con gas pimienta que usaron agentes de la Guardia Civil cuando descendieron a algunos de los inmigrantes de lo alto de la valla, donde llevaban encaramados durante horas, en concreto casos como el de un inmigrante que tiró una chaqueta ardiendo a un agente u otros en los que quitaron una defensa o un casco a sendos guardias civiles. – N.G./Efe/E.P.

sobreocupación

1.900

El Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes de Melilla tiene capacidad para 480 personas. Sin embargo, actualmente acoge a 1.900 inmigrantes, lo que conlleva también que haya conflictos internos. Ayer, un grupo de sirios pidió que se les traslade a la península.