«No queremos acabar como España»

Marine Le Pen convierte la jornada en honor de Juana de Arco en un acto antieuropeísta

El Mundo, , 02-05-2014

«Epidemia fascista», rezaba el eslogan pintarrajeado en el pecho (desnudo) de dos activistas de Femen que trataron de frenar ayer en París el desfile que el Frente Nacional organizaba en honor de Juana de Arco. Entre pataleos y gritos, ambas militantes feministas fueron reducidas por las fuerzas de seguridad y el FN pudo tener, como cada primero de mayo, su tradicional marcha.

«Francia avanza», proclamaba la banderola desplegada en primera fila del cortejo. Para avance, el del partido que preside Marine Le Pen, que se perfila como vencedor en las europeas, según un sondeo de CSA que otorga a la formación xenófoba una intención de voto del 24%.

«¡Estamos en nuestra casa!», coreaban los 20.000 simpatizantes que acudieron, según la organización –5.300, según la policía–, al acto convocado ante la estatua ecuestre de la Doncella de Orleáns, entre banderas republicanas y soflamas contra el Gobierno socialista.

«Qué sería de Francia sin los franceses», sentenció la enérgica Marine Le Pen a las primeras de cambio. «Los franceses son un pueblo de leones cuando no están gobernados por asnos», añadió con su habitual sorna. «La misión de salvar a Francia le viene grande a François Hollande, que no es más que un subprefecto europeo, un pequeño gobernador de provincias», prosiguió, azuzando luego los silbidos contra el primer ministro Manuel Valls, a quien calificó de «joker», y contra Jean-François Copé, líder de la Unión por un Movimiento Popular, «el partido que puso a Francia de rodillas y nos hizo entrar en Europa traicionando a quienes votaron en contra en el referéndum de 2005».

Así se las gasta Marine Le Pen en plena campaña al Parlamento, donde ejerce de eurodiputada desde 2004. De tres escaños que el FN obtuvo en 2009, la líder ultra espera conseguir esta vez, con el nuevo sistema proporcional, más de 20 de los 74 que le corresponden a Francia. Sabiéndose favorita, ha acentuado el tono patriótico de su mensaje y su denuncia de Bruselas, la mundialización y la tiranía de las finanzas.

«Nada distingue ya un francés de un rumano. Nuestro país necesita volver a ser el dueño de su casa. Francia sufre oleadas masivas de inmigrantes cuyas costumbres son incompatibles con nuestra sociedad. Es urgente recuperar las fronteras y salir de Schengen», explicó entre los aplausos de los asistentes.

Para Le Pen, «la pieza central de este terrible sistema son los grandes bancos». «La Unión Europea y el Gobierno francés los adoran, mientras que ellos juegan en el casino con nuestros ahorros», se indignaba. «Hay que parar cuanto antes el engranaje de una austeridad prescrita por Europa», avisaba desde el púlpito. «La Casa Francia ya ni siquiera compra los productos que fabrica, el patriotismo económico está prohibido por Bruselas. No queremos que Francia acabe como España, Grecia o Italia. La UE ha convertido a los franceses en esclavos y conduce a nuestro país al subdesarrollo».

En su alocución, Marine recordó sus propuestas para sacar al Hexágono de la crisis: «Es urgente que Francia recupere su soberanía. El euro, esa moneda demasiado cara, no adaptada a nuestra economía, ha precipitado nuestra desindustrialización». Por último, animó a sus seguidores a acudir a las urnas: «Abstenerse es dar la espalda a nuestra nación y permitir que los partidarios de la UE continúen su obra funesta».

Texto en la fuente original
(Puede haber caducado)