Extintores y gas pimienta en vez de pelotas de goma

La Guardia Civil repele con antidisturbios otro salto en Melilla

El Mundo, , 02-05-2014

Los métodos para entrar en Melilla de forma irregular cambian y los sistemas para repelerlos, también. La Guardia Civil sustituyó ayer en Melilla las pelotas de goma –prohibidas desde la muerte en febrero de 15 inmigrantes en Ceuta– por un extintor y gases lacrimógenos, otro tipo de material antidisturbios.

Un agente prácticamente vació un extintor sobre uno de los sin papeles encaramados en la valla, que tenía un mechero, poco después de que otro inmigrante prendiera fuego a una de las prendas que llevabapara evitar ser apresado. Los aerosoles de pimienta fueron lanzados por otro guardia que, al final, tuvo que bajar de la escalera porque el viento llevó los gases hacia él.

Saltos simultáneos, forcejeos entre inmigrantes y agentes, y largas horas de espera en la valla. Éstos fueron algunos de los elementos que conformaron ayer el déjà vu que vivió el perímetro fronterizo entre Melilla y Marruecos, donde cerca de 800 subsaharianos protagonizaron dos nuevos intentos de entrada. Al final sólo lo lograron 140, pero los que más trabajo dieron fueron otros 150 que se quedaron a unos pasos de culminar su sueño español. La llegada de los agentes les pilló todavía encima de la valla, y allí decidieron quedarse seis horas y media, resistiéndose a bajar.

A las 12.30 horas, un fuerte despliegue de antidisturbios ya había puesto a casi todos en manos de los agentes marroquíes, que los fueron llevando poco a poco a los tres autobuses que esperaban al otro de la valla. El salto había tenido lugar poco antes de las 6.00 horas, cuando la oscuridad daba paso a un día festivo envuelto en una espesa niebla. Muy cerca de donde tuvo lugar la última avalancha, 500 inmigrantes hicieron acto de presencia ayudados por la escasa visibilidad.

Los 140 más rápidos sortearon sin problema los seis metros de altura de la triple alambrada y lograron llegar al Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (Ceti), que acoge a 1.900 inmigrantes, el cuádruple de su capacidad. El resto de subsaharianos vio terminadas sus posibilidades de entrar a Melilla en cuanto aparecieron los guardias de los Grupos de Reserva y Seguridad (GRS). Alrededor de 150 inmigrantes se quedaron encaramados en la valla durante horas, mientras los otros 200 fueron repelidos directamente. Probablemente muchos de ellos integraban el segundo grupo que, cuatro horas más tarde, protagonizó un nuevo salto masivo en otro punto de la valla, aprovechando que el grueso del despliegue estaba a kilómetros de allí.

La reciente estrategia del divide y vencerás es una de las más empleadas por los inmigrantes en sus intentos de entrada, aunque ayer no surtió ningún efecto ni a los 200 del segundo salto, que fueron dispersados, ni a los 150 que siguieron encaramados hasta completar seis horas y media, en las que el juego del despiste y el forcejeo con la Guardia Civil fue constante. Los subsaharianos se enfrentaron a varios agentes arrebatándoles las defensas y el casco. La jornada se saldó con 19 heridos, 12 de ellos guardias civiles. El Ministerio del Interior denunció la actitud «beligerante» de los inmigrantes. Les acusa de sufrir lesiones y pérdidas de conocimiento y de lanzarles prendas en llamas.

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