España estuvo ayer presente en el Primero de Mayo de Berlín. Bajo el lema Un buen trabajo. Una Europa social, los sindicatos alemanes reclamaron urgentes medidas de creación de empleo en el sur de Europa y políticas concretas destinadas a los jóvenes parados de España y Grecia.

Irene Schulz, la representante de IG Metall Frankfurt, subrayó en su discurso ante la Puerta de Brandemburgo que «los sindicatos alemanes debemos extender nuestro apoyo a los trabajadores del sur de Europa, y no solamente me refiero a los trabajadores que no encuentran un empleo y se ven privados de ingresos, sino también a todos aquellos cuyos derechos han sido abusivamente recortados con la excusa de los recortes», al tiempo que exigía el fin de la austeridad y políticas europeas más decididas a favor del empleo.

La manifestación central de la Federación de Sindicatos Alemanes (DGB) tuvo lugar en Bremen, donde el líder de esta organización, Michael Sommer, alertó del impacto de las políticas de «recortes» en países como España, Italia o Grecia, y abogó de nuevo por la puesta en marcha de un «plan Marshall».

Sommer apostó por activar «inversiones millonarias» en infraestructuras, energía y servicios sociales en los países más afectados con el objetivo de crear empleo rápidamente y llamó a votar en ese sentido en las próximas elecciones europeas, el 25 de mayo, «para lograr una Unión Europea más justa y más social».

No hubo referencia alguna, sin embargo, ni los líderes sindicales alemanes quisieron hacer declaraciones respecto a la decisión del Gobierno de Berlín de no reactivar durante todo este año el programa de ayudas para que jóvenes desempleados europeos estudien o trabajen en Alemania, tras agotar en sólo tres meses los 48 millones de euros presupuestados para todo 2014 al programa the Job of my life.

En clave nacional, por lo demás, no había demasiadas reclamaciones que hacer. En abril, el número de desempleados descendió en Alemania hasta los 2,943 millones, lo que significa un descenso de 111.000 personas respecto al mes anterior y una tasa de paro del 6,8% que supone el pleno empleo técnico en buena parte del territorio. A cierre de abril, además, se han incrementado las ofertas de empleo sin cubrir registradas por la Agencia Federal, que alcanzan ya las 455.000. Aún así hubo quejas y muestras de insatisfacción ante dos de los proyectos aprobados por el Gobierno: la reforma de las pensiones y el salario mínimo interprofesional, que según los sindicatos deberían haber sido más generosas.