No se conocen los motivos y aún se investiga si se trata de un nuevo caso de violencia de género, pero nadie duda en calificar lo sucedido de atrocidad. En la madrugada de ayer, un hombre de 32 años degollaba a su bebé de 19 meses y hería de gravedad con un cuchillo a su otro hijo, de 5 años, en un domicilio de la calle Pedro Martínez, en el distrito madrileño de Carabanchel (Madrid). El presunto parricida pasaba el fin de semana con sus hijos, al estar separado de la madre de los niños desde hace un par de meses.
Al parecer, según fuentes policiales, el hombre, de nacionalidad uruguaya, había dejado una nota en la que daba a entender que se iba a suicidar para no ser una carga para nadie, aunque al final no consumó su muerte, pero sí atacó a sus hijos. El pequeño de cinco años permanece ingresado en el hospital Doce de Octubre en estado grave, aunque no se teme por su vida ya que las puñaladas no han dañado órganos vitales.
Los hechos ocurrieron pasados los primeros minutos del lunes, cuando la madre de los niños, que está separada del presunto parricida, se presentó en casa de su exmarido y allí se encontró un panorama espeluznante: su bebé degollado y a su hijo mayor con un cuchillo clavado en la espalda. Fue ella misma la que llamó al 112 pidiendo auxilio para sus niños, mientras entraba en un proceso de angustia y desolación. Tuvo que ser atendida en el hospital Doce de Octubre víctima de una crisis de ansiedad, al igual que su hermana y su madre.
La Policía investiga si este es un nuevo caso de violencia de género, que el hombre, ya detenido, hubiera atacado a sus hijos para hacer daño a la mujer. Pero, por el momento, no hay conclusiones claras. Eso sí, tal como explicaron a a Efe fuentes de la investigación, según se desprende de las declaraciones de los allegados, el hombre maltrataba a la madre de sus hijos, aunque no tiene antecedentes y su expareja nunca presentó denuncia.
A la espera del resultado de la investigación, la secretaria de Estado de Servicios Sociales e Igualdad, Susana Camarero, cree que los menores “deben estar mejor protegidos”. “Hay que ser prudentes” y esperar a la investigación, dijo en Twitter, y recordó que el Gobierno trabaja en dos anteproyectos que buscan “mejorar la vida” de los niños.