CyL / sociedad
Todas las provincias encadenan al menos tres años perdiendo población
Segovia, que fue la que más menguó el pasado año, y León, Palencia y Salamanca llevan un lustro de caídas
ABC, , 27-04-2014La pérdida ininterrumpida de población en los últimos años es posiblemente el principal problema de la Comunidad y también un asunto de Estado, como se encargó de resaltar el pasado miércoles el presidente de la Junta, Juan Vicente Herrera, en la celebración del Día de Castilla y León en Villalar de los Comuneros. Pero también es un drama provincial que, en el caso de la región, afecta ya a todos los territorios, al menos desde los últimos tres años. Y es que las nueve han visto cómo su número de habitantes menguaba desde 2010 de forma continuada, contribuyendo a que la población del conjunto de la autonomía bajara por primera vez en diez años de los 2,5 millones de ciudadanos. Aunque cada provincia puede tener sus «por qués», la crisis económica que ha provocado la huida de inmigrantes que en su día «engordaron» las cifras demográficas y el propio envejecimiento de la población, unido al descenso de nacimientos y a un ligero éxodo a otras comunidades, conforman el «cóctel» que ha provocado esta pésima trayectoria. En todo caso, no en todas las zonas la dinámica es idéntica. Así, la zamorana se lleva la palma, con caídas constantes al menos desde 1998 (antes no hay datos). Tampoco pueden presumir demasiado León y Palencia seis años seguidos de descensos ni Segovia y Salamanca cinco. En un lugar «neutral» se sitúa Soria cuatro, mientras que las que menos tiempo llevan en caída libre son Ávila, Burgos y Valladolid tres. Las previsiones indican, además, que no remontarán en breve, salvo que las instituciones en todos los niveles tomen medidas estructurales que eviten que cada vez seamos mucho menos.
Ávila: el «récord», en el pasado
Con casi 5.000 habitantes menos que su «récord», logrado en 2011, la población de Zamora se sitúan en los 166.699 a 1 de enero de 2014 al perder más 2.100 habitantes (el 1,26 por ciento) durante el pasado año. La mitad de ellos, extranjeros que se han ido tras probar suerte en la provincia.
Burgos: 4.000 emigrantes menos
Como la abulense, «sólo» lleva tres años de descensos consecutivos, pero el pasado ejercicio fue especialmente negativo al ver cómo población de Burgos se reducía en casi 4.600 vecinos. Los poco más de 366.000 burgaleses actuales le sitúan al mismo nivel que en 2007, primer año de la crisis, y lejos de su «top» de más de 375.000. En su caso, al ser una provincia industrial, el «bajón» del último ejercicio lo protagoniza casi en exclusiva la marcha de extranjeros.
León: lejos de los 500.000 habitantes
Con 11.000 paisanos menos que hace seis años, cuando se logró superar la barrera de los 500.000 habitantes, León no deja de caer y tuvo el dudoso honor de ser la provincia que más ciudadanos perdió durante el pasado año, con casi 5.600 menos. Cerca de 3.000 eran foráneos, pero también la ciudadanía autóctona menguó sensiblemente.
Palencia: caída lenta, pero continuada
Al igual que sus vecinos, la provincia palentina lleva seis años consecutivos con «déficit» demográfico, aunque fue de las que menos sufrió en 2013. El lento pero continuo descenso le ha hecho perder más de 6.000 empadronados. La mayoría de los que se marcharon el año pasado eran también ciudadanos nacidos fuera del país. De hecho, en la actualidad cuenta con el número más bajo de inmigrantes desde 2008.
Salamanca: un 1,05% menos en 2013
Un descenso del 1,05 por ciento en 2013, a la altura de la media regional, ha dejado 3.600 residentes menos en la provincia. La cifra se eleva hasta los 12.000 si se compara con el año 2009, último en el que Salamanca creció.
Segovia: el mayor descenso el año pasado
Tras mantenerse en torno a los 164.000 habitantes en los primeros años de la crisis siempre con ligeras caídas tanto 2012 como 2013 han supuesto un duro revés demográfico para la provincia de Segovia al perder casi 4.000 ciudadanos y convertirse, además, en el territorio de Castilla y León con mayor descenso porcentual durante el pasado año (-1,63 y 2.640 personas menos). Además, en este caso más de la mitad de la reducción la protagonizaron españoles (ya sea por la diferencia entre muertes y nacimientos o por la emigración a otros puntos del país o al extranjero).
Soria: adiós al sueños de los 100.000
La provincia más despoblada de la Comunidad siguió sufriendo por cuarto año consecutivo la sangría demográfica. Aunque en números absolutos fue la que menos perdió (-1.139), en términos relativos se situó como la cuarta (-1,22 por ciento). Cada vez se aleja más de los 100.000 habitantes que nunca alcanzó con un último dato ofrecido por el INE, que le otorga 92.152 empadronados, 3.000 menos que su mejor marca, la de 2010.
Valladolid: su peor dato
Aunque se mantiene con diferencia como el territorio más habitado, ha dejado atrás su constante crecimiento de la primera década del siglo y, tras dos años de suaves rebajas, cosechó en 2013 su peor resultado, con una pérdida poblacional de 3.273 habitantes. De acercarse a los 535.000 vallisoletanos ha pasado a colocarse por debajo de los 530.000. Como en el caso de Burgos y también por su condición de motor económico de la región, la gran mayoría de las bajas fueron de inmigrantes.
Zamora: el drama continúa
La cruel tendencia no varía en una provincia que lleva al menos quince años viendo cómo su población disminuye irremisiblemente. Con casi 20.000 ciudadanos menos que hace tres lustros, el año 2013 no deparó nada bueno ni nuevo para los intereses zamoranos, que experimentaron la segunda mayor caída relativa en Castilla y León (-1,51 por ciento) para «conformarse» con apenas 185.000 habitantes (-2.840) y con casi dos de cada tres bajas de ciudadanos nacionales.
(Puede haber caducado)