“La cuestión de los derechos civiles para los negros americanos –LBJ utilizó el término negroes en la era de la pre corrección política– es la gran cuestión. Podremos derrotar a nuestros enemigos, doblar nuestra riqueza y conquistar las estrellas, pero si todavía se mantiene el asunto de la desigualdad, habremos fallado como pueblo y nación… Nos hemos reunido aquí para solucionar este problema”.

La recuperada memoria de Johnson, honrada hace escasamente tres semanas en Austin (Texas) por su sucesor Barack Obama, el primer presidente afroamericano, ha recibido estos días un baño de realidad. El problema persiste soterrado en la sociedad, aunque a veces trasciende.

En Estados Unidos arreció ayer la tormenta política, social y deportiva del racismo, que lleva tiempos acumulando rayos y truenos con Obama como inquilino de la Casa Blanca.

“Me molesta que airees que te relacionas con negros”. Esta es la frase que Donald Sterling, propietario de Los Angeles Clipper, equipo de la liga de baloncesto que lucha por el título de la NBA, supuestamente le dijo a su amiga, identificada como V. Stiviano, modelo de ascendencia mexicana y negra. Esta grabación oculta la difundió la web de cotilleos TMZ y la NBA está estudiando que el hombre identificado como Sterling sea él. De momento, el supuesto no ha negado nada.

En esa conversación, Sterling le conmina a cultivar la imagen de hispana o de blanca, pero nunca de afroamericana.

Parte de su ira se produjo al ver que ella había colgado en su cuenta de Instagram una foto junto a Magic Johnson, leyenda del basket, una de las estrellas del dream team de Barcelona 92.

“Tú no tienes que aparecer junto a negros y no los traigas a mis partidos”, insiste el propietario. Y le advierte que “no debe asociarse con minorías”.

El presidente de EE.UU. habló de “pronunciamiento racista increíblemente ofensivo” al referirse a las presuntas palabras de Sterling. Desde Malasia, donde se encontraba de viaje, Obama señaló que él no debía interpretar el mensaje. “Cuando gente ignorante hace gala de su ignorancia, no hay que hacer nada, sólo hay dejarles hablar”, añadió.

“En Estados Unidos –reflexionó– seguimos luchando con el legado del racismo, la esclavitud y la segregación, perduran sus vestigios”. Y mostró su confianza en que Adam Silver, el comisionado de la NBA resolverá el asunto, en una liga que cuenta con una mayoría de jugadores negros.

Sterling, promotor inmobiliario con antecedentes por sus desprecios a lo que llama minorías, compró el equipo en 1981. Siempre estuvo a la sombra de la otra escuadra de la ciudad, los Lakers.

Llueve sobre mojado. Antes de que Sterling –de 80 o 81 años– volviera a las andadas, otro veterano había copado el top de la popularidad. La Fox y el Tea Party celebraron al ranchero Cliven Bundy, de Nevada, que durante dos décadas se ha negado a pagar el impuesto porque sus rebaños pasten en tierras federales. Lo celebraron pese a que Bundy dijo que “los negros eran más felices siendo esclavo que subsidiados por el gobierno”.