El Gobierno cierra la vía Chafarinas
Entrega a Marruecos a los siete inmigrantes que desembarcaron el martes en las islas
El Mundo, , 17-04-2014El sueño español de los siete inmigrantes que llegaron el martes a las islas Chafarinas ha durado apenas día y medio. Los subsaharianos fueron entregados ayer a Marruecos, una devolución con la que el Gobierno quiso mandar un aviso a navegantes: las islas y peñones que España tiene repartidos por el norte de África no se van a convertir en un «puente aéreo» para cualquiera que pretenda acceder de forma ilegal a Melilla o la Península. Por eso la Delegación del Gobierno hizo lo mismo que ya hizo en verano de 2012, cuando más de 80 inmigrantes vieron la Isla de Tierra como el resquicio ideal para llegar a España sin tener que saltar una valla o embarcarse en una patera. En aquella ocasión el Ejecutivo también dio por cerrada esta posible vía de entrada, pero poco después volvió a dejarla entreabierta cuando dos pateras llegaron a Chafarinas en un intervalo de apenas tres semanas y trasladó a sus 15 ocupantes a Melilla para que les fuera aplicada la Ley de Extranjería, igual que se hace con el resto de inmigrantes que logran acceder a la ciudad.
El Gobierno ha decidido esta vez ser de nuevo inflexible poniendo a los siete inmigrantes en manos de Marruecos. Asegura que lo ha hecho aplicando «escrupulosamente la legalidad vigente y en el marco de la cooperación con el vecino país», una afirmación que alguna ONG ponía ayer en duda llamando a este procedimiento como «devolución en frío». La entrega a Marruecos estuvo marcada por el secretismo oficial, ya que desde la Delegación del Gobierno sólo se ofreció información cuando habían sido devueltos.
Pero antes ocurrieron más cosas. Entre ellas, el traslado a Melilla de cuatro de los inmigrantes para comprobar si eran menores de edad como aseguraban, ya que en ese caso tenían derecho a una protección especial. Por eso, un helicóptero militar viajó ayer de madrugada hasta Chafarinas con varios agentes a bordo, un intérprete y un abogado para recoger a los supuestos menores. Sus huesos delataron en varias pruebas forenses que ya habían cumplido los 18 años, por lo que se descartó su acogida en centros de menores y fueron entregados de inmediato a Marruecos. Igual que ya había ocurrido horas antes con los otros tres que se habían quedado en las islas.
Para el Gobierno, esto supone actuar con responsabilidad para no permitir una entrada indiscriminada de inmigrantes «por la vía del chantaje o de la presión», como a su juicio ha ocurrido en este caso, en el que cuatro de los que formaban la expedición subsahariana falsearon su testimonio ante la Policía para «forzar su entrada en España».
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