Las fuerzas europeístas deben abandonar su posición tímida y batallar a los partidos populistas y euroescépticos. Esta es la opinión del ex primer ministro de la República Italiana, Enrico Letta, ante la reciente emergencia de este tipo de partidos dentro de la Unión Europea. Según defendió el político italiano ayer en Barcelona, durante su conferencia “El futuro de Europa”, las fuerzas favorables a la construcción europea son “demasiado tímidas” ante el “riesgo enorme” que suponen los populismos antieuropeos que actúan como un “equipo motivado”.

ÀLEX GARCIA Espadaler, Sedó, Gambús y Duran acompañaron ayer a Letta

Letta advirtió de la necesidad de ir hacia una Unión Europea más unida para preservar los valores que amenazan las fuerzas euroescépticas. Este es, en su opinión, uno de los principales retos que la UE debe afrontar, junto con la lucha contra la crisis y la necesidad de una mayor construcción europea para evitar que pierda parte de su soberanía.

Al ser preguntado sobre el proceso catalán, el exministro evitó posicionarse y defendió el principio de subsidiariedad entre administraciones, una de las bases que domina Europa. Letta señaló que se deben hallar maneras de “estar juntos en Europa”, con la idea de que hay diferentes niveles de identidad dentro del bloque comunitario, por ciudades, regiones o países, aunque se puede discutir si hay poderes que deben pasar a Bruselas y a niveles más locales.

En la conferencia –en la que estuvo acompañado por el líder de Unió, Josep Antoni Duran Lleida, y el candidato democristiano a las elecciones europeas, Francesc Gambús–, destacó la importancia de las próximas elecciones europeas, en las que advirtió de que las corrientes que piden reducir el poder de la UE pueden ganar representación, a la vez que vislumbra en los próximos tiempos una “gran batalla de fuerzas, de valores y de futuro”.

La pérdida de poder de la Comisión Europea frente al Consejo Europeo del último lustro fue otra de las cuestiones sobre las que alertó Letta, para quien si esta tendencia sigue adelante, “pueden darse consecuencias en el funcionamiento del Parlamento Europeo”. El exministro tampoco quiso olvidar los que, en su opinión, son los dos grandes éxitos europeos: haber puesto fin a las fronteras y la implantación del euro, aunque lamentó la percepción negativa que de ello tiene una parte de los ciudadanos. La solución es, precisó, “actuar juntos”, para evitar “quedarse en discusiones teóricas” mientras “los chinos y americanos deciden”.