Comunitat

Una de cada cuatro personas que se va de España vive en la Comunitat

En el último año se han marchado más de 130.000 extranjeros, lo que sitúa el padrón por debajo de los cinco millones de habitantes

Las Provincias, J. M. ORTUÑO/A. VERDUGO | VALENCIA., 23-04-2014

La Comunitat ha registrado el mayor descenso de población de toda España. Una de cada cuatro personas que ha decidido marcharse del país residía en la región, que ya cuenta con un padrón por debajo de los cinco millones de habitantes. Los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) muestran una reducción de gente que, según los expertos, puede conllevar problemas en la recuperación económica de la autonomía.

En estos instantes, hay empadronadas 4.995.216 personas, lo que se traduce en 118.599 menos respecto a 2013. Los inmigrantes han decido regresar a sus países de origen, donde ven mejores perspectivas de futuro y ni siquiera el leve aumento de los residentes nacionales (12.000 más que el año pasado) permite sonreír, «puesto que es menor que lo que históricamente le correspondería», indica el sociólogo Alberto Piñero. A ello hay que añadir que el crecimiento vegetativo se está equiparando. Es decir, se producen los mismos nacimientos que muertes, lo que tampoco es positivo.

En 2013 había 863.891 extranjeros residentes en la Comunitat. Los primeros datos recogidos por el INE a 1 de enero de este año, la cifra ha disminuido en 131.366 personas. «La gente se empieza a marchar porque el porvenir se ha convertido en un por llegar», lamenta el profesor de la Universitat de València. «Vinieron con unas perspectivas que se han hecho añicos», añade.

Pero no sólo se van extranjeros. También los valencianos deciden emprender nuevos retos lejos de la Comunitat con el objetivo de mejorar profesionalmente. Es el caso de David Martínez Roig, director de Marketinghuman y asesor de marketing especializado en sector alimentario que vio que lo más conveniente era trasladarse a Estados Unidos. «Latinoamérica está creciendo muchísimo. Existen muchas más posibilidades de lograr clientes que en España y por eso decidí que lo mejor que podía hacer era trasladarme aquí con la idea de crecer profesionalmente y expandir mi negocio», explica.

Residir en Miami le permite viajar con mayor comodidad por el resto del continente. «Si tengo una reunión en México puedo ir y volver en el mismo día. Si es en Argentina o Perú la distancia es mayor, casi como Valencia, pero no hay tanta diferencia horaria y no tienes que estar pendiente del ‘jet lag’. Me compensa estar aquí», admite.

Experiencia recomendable

Además, la experiencia le está resultando positiva tanto a nivel laboral como personal. «Estoy muy contento porque es algo muy enriquecedor. Vives cosas diferentes, aprendes de una nueva cultura y sirve, en mi caso, para perfeccionar un idioma».

Como es lógico, a su familia no le agradaba demasiado que se fuera a vivir tan lejos. «Mis padres no se lo tomaron demasiado bien, pero si yo voy varias veces al año a España y ellos también vienen, nos vemos. En Navidad estuvieron aquí y antes de Pascua estuve yo allí, de modo que no pasamos mucho tiempo separados».

A todo ello hay que sumar que la situación económica es positiva. «Lo más importante es que aquí no se escucha la palabra crisis. No hay lamentos y quejas y es algo que se nota en el estado de ánimo. Ver los telediarios en España era deprimente».

Como advierte David, Latinoamérica vive un buen momento. Es uno de los principales motivos por los que la población valenciana ha disminuido en el último año. Muchos inmigrantes han hecho de nuevo las maletas, aunque en esta ocasión para volver a casa.

En este sentido, Alberto Piñero apunta que los más afectados «suelen ser ecuatorianos y bolivianos, cuyos países hace unos años estaban muy mal, pero ahora registran crecimientos más que respetables. Regresan sobre todo varones, puesto que en el campo y en la construcción no hay trabajo, mientras que las mujeres se quedan. Ya no hay tanta oferta para empleadas del hogar, pero se sigue solicitando».

Sin embargo, como se puede observar por las cifras que muestra el INE, no sólo se marchan ciudadanos que vinieron desde países en vías de desarrollo. «También se ha detenido el incremento de personas de la Unión Europea que decidían venir a España a jubilarse», advierte Piñero. Se han ido 42.177 británicos en el último año, así como 15.726 alemanes. «Se han visto afectados por la crisis, quizá no con los niveles de paro que hay en España, pero sí privando a la gente de la seguridad que tenía» y que les permitía invertir en la costa Mediterránea.

El caso de China es diferente. Su población sigue creciendo, aunque levemente. El sociólogo reconoce que siguen «siendo un misterio». No lo son, sin embargo, los rusos quienes también aumentan. «Son los nuevos ricos de Europa. Llegan a disfrutar del sol y del buen clima que tenemos y deciden quedarse, o dejar a sus mayores. Se trata de un turismo de nivel que seguirá creciendo en los próximos años». Pese a todo, el descenso de población «va a repercutir negativamente. La Comunitat tiene un porcentaje de déficit muy elevado y si vive menos gente, la recuperación se complica».

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