Parálisis en la política nacional por Europa
El Gobierno deja para después del 25 de mayo las iniciativas más polémicas
La Voz de Galicia, , 21-04-2014La reforma de la ley del aborto, el pacto de Estado para la inmigración, la reforma fiscal, la financiación autonómica, la ley de seguridad ciudadana, el acuerdo contra la corrupción, los intentos de reforma constitucional, la primarias socialistas y hasta una eventual crisis de Gobierno quedarán para después del 25 de mayo, fecha de las elecciones al Parlamento Europeo. El Ejecutivo no quiere someter a su partido y a su electorado a más convulsiones antes de unos comicios importantes para Mariano Rajoy, que pasará el primer examen electoral a sus dos años y medio de gestión con perspectivas, por ahora, no halagüeñas.
El PSOE tampoco quiere herir la sensibilidad de sus votantes con asuntos controvertidos, como una reforma constitucional o las primarias, y va a centrar todos sus esfuerzos en ganar unas elecciones también trascendentales para Alfredo Pérez Rubalcaba y su futuro.
Presencia en la campaña
Rajoy hizo su último viaje internacional el 3 de abril para asistir en Bruselas al cumbre UE – África, y no tiene pensado volver a coger el avión hasta el 27 de mayo, cuando regresará a la capital comunitaria para una cena de trabajo del Consejo Europeo. El presidente del Gobierno quiere tener presencia en la campaña, no en vano el examinado es él y no el candidato Miguel Arias Cañete. Incluso la reforma del Gobierno, que muchos en el PP y en el propio Ejecutivo ven insoslayable, se quedaría, siempre que la haga, para después de las votaciones. Si los populares sufren el temido revés en las urnas que auguran los sondeos la aparición de caras nuevas en el Ejecutivo podría ser un revulsivo.
La reforma constitucional que busca el PSOE también está aparcada hasta junio, según anticipó Alfredo Pérez Rubalcaba; y puede que ni eso porque Rajoy y el PP no están por la labor de encarar esa tarea con el argumento de que no hay consenso ni claridad de ideas.
España se encamina así hacia un «cerrado por elecciones», que aunque no va a paralizar la vida parlamentaria la va a colocar al ralentí, sin grandes debates ni leyes problemáticas. Todo sea por el 25 de mayo.
España se encamina a un «cerrado por elecciones»
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