La presencia de ‘manteros’ y ‘lateros’, además de puestos de mercadillos, en las calles de mayor afluencia de gente fue una de las principales quejas de los comerciantes del centro histórico y de los vecinos en las pasadas Fallas por la mala imagen que se trasladaba de la ciudad a los visitantes.

Esa preocupación se ha acrecentado ahora por la proliferación de ‘manteros’ e indigentes (sobre todo de nacionalidad extranjera) en las zonas más turísticas de la ciudad coincidiendo con la llegada del buen tiempo, como el entorno de la plaza de la Reina o el mercado Central y la Lonja, lo que ha generado las protestas de los comerciantes ya que estas personas se sitúan delante de sus escaparates impidiendo que los viandantes puedan ver los escaparates.

«El problema es mayor si, encima, venden artículos similares a los que pueden encontrar en las tiendas», lamenta una dependienta de una tienda de souvenirs y complementos, que prefiere omitir su nombre. «No quiero encontrarme una pintada en la fachada», justificó.

Un paseo matinal por la plaza de la Reina permite comprobar cómo este enclave de la ciudad se convierte en muchos momentos del día en una especie de mercadillo ambulante, donde se pueden encontrar desde discos o películas pirata a gorras, ropa interior, pañuelos o bolsos falsificados de las principales marcas de lujo. Un negocio que, por cierto, mueve unos 350 millones anuales en la Comunitat, según estimaciones de la Agencia Nacional en defensa de la Marca (Andema) y de expertos policiales.

La presencia de los ‘manteros’ con su género extendido en el suelo hace más complicada la circulación de viandantes por las aceras de la plaza de la Reina, ya de por sí estrechas y saturadas por la presencia de las terrazas de los negocios hosteleros. «Nos sentimos indefensos ante esta situación. Nosotros pagamos impuestos y nadie hace nada para defendernos», apuntaron desde otro establecimiento.

El presidente de la asociación de vecinos y comerciantes de Velluters, Rafael Mampel, reconoció la existencia de quejas de los vendedores por las molestias que genera el tema de los ‘manteros’. «Lo sabemos y se ha trasladado la problemática a la Policía Local de Valencia, que ha incrementado su actividad durante el fin de semana para controlar a esta gente», dijo.

Presencia policial

Sin embargo, «es complicado que los controlen a todos porque hay también demasiadas callejuelas y no vamos a destinar un agente a cada calle». De hecho, los ‘manteros’ aparecen y desaparecen en función de la presencia de los agentes en estas zonas, «al igual que los mendigos que rondan el entorno y los bares de la Catedral y de la Lonja», comentó Mampel.

No obstante, «cada vez que tenemos una reunión con los responsables de la Policía Local de nuestra zona pedimos más presencia y más controles para que no salgan perjudicados los comercios».

De ahí que una de sus propuestas, «en caso de que llegue a ejecutarse la reforma de la plaza de la Reina, sea instalar unos puestos fijos de mercadillo en los que se pudiera regularizar a esta gente».

La alarma entre los comerciantes coincide con el arranque de la temporada fuerte de cruceros en Valencia y, por tanto, del periodo de mayor ventas para las tiendas situadas en zonas turísticas. Así, sólo esta semana se espera la llegada de 18.070 turistas al puerto de Valencia. Hoy, por ejemplo, está previsto que desembarquen 5.676 cruceristas en dos barcos que permanecerán atracados en la ciudad entre nueve y diez horas.

Para el mes de mayo, según los datos que maneja la Autoridad Portuaria de Valencia, llegarán 37.269 visitantes en 19 cruceros. La jornada de mayor afluencia será el día 1 de mayo, con 7.463 turistas en tres barcos.