Algunas facetas del trabajo de Cáritas son poco conocidas. Les falta visibilidad. Se caracterizan por su oscuridad. El de la inmigración asociada a la explotación sexual es uno de ellos. Es una realidad tan incómoda como lo son las denuncias de esta oenegé vinculada a la Iglesia, que pueden dejar en mal estado a un ministro como el de Economía, Cristóbal Montoro, cuando desde una organización como esta se pone el dedo en el aumento de la pobreza frente al

optimista discurso de la recuperación económica.

De la actividad de esta oenegé, aún no apagados los ecos de la polémica generada por el ministro, hablaron ayer en Ourense sus responsables con la secretaria xeral de Igualdade de la Xunta, Susana López Abella.

La representante de la Xunta, de visita oficial, no dejó de resaltar el trabajo que se desarrolla al amparo del programa concreto Alumar, dirigido de forma específica a mujeres que viven en entornos relacionados con la prostitución y la explotación sexual. En un ambiente donde resulta especialmente difícil el trabajo social, por las dificultades de acceso que imponen los responsables de los lugares donde se ejerce esta actividad, Cáritas ha conseguido visitar catorce clubes de alterne y quince pisos en los que se ejerce esta actividad entre Ourense y Verín. Son los dos núcleos más significativo en el mapa de la explotación sexual. De las 130 mujeres, según indicaron ayer fuentes de la administración autonómica, 37 eran españolas, 34 procedían de la República Dominicana, diecinueve son originarias de Brasil, doce de Nigeria, diez de Rumanía, tres de Venezuela, tres de Argentina y dos de Portugal.

La actividad de Cáritas en este ámbito se centra en la oferta de información y también material de carácter sociosanitario, por un lado, como también asesoramiento y documentación sobre derechos y deberes.

El objetivo del programa Alumar es acoger a las mujeres y a sus familias facilitando un espacio de seguridad y confidencialidad «que lles permita iniciar un proceso de cambio e mellora integral: deséñase coa muller acollida o plan persoalizado de inserción social, co obxectivo específico de acoller a toda muller que vivindo nunha situación de vulnerabilidade acode ao centro de día solicitando apoio», resume la Xunta de Galicia.