Un antiguo dirigente del Ku Klux Klan disparó el domingo contra dos instituciones judías en el estado norteamericano de Kansas y causó la muerte de tres personas.

Frazier Glenn Miller, de 73 años y originario de la ciudad de Aurora, en el estado de Misuri, tiene un largo historial de actividades racistas y contra los judíos, fue detenido poco después de los ataques, acusado de homicidio en primer grado de tres personas y se espera que hoy comparezca ante los tribunales.

Miller mató a tiros un niño de 14 años y a su abuelo, de 69, en un centro comunitario judío, donde había unas setenta personas, en su mayoría menores que se preparaban para participar en un concurso de baile. A continuación, se dirigió a una residencia de ancianos, también para judíos, donde mató a una mujer antes de ser detenido y trasladado a la prisión del condado de Johnson. Cuando fue trasladado por los agentes a la cárcel, Miller gritó «Heil Hitler», según informaron fuentes de la policía a medios locales.

Tras conocerse su identidad, el Southern Poverty Law Center (SPLC), una organización que investiga a grupos racistas divulgó los antecedentes de racismo y antisemitismo de Miller. Excombatiente de la guerra de Vietnam, Miller fundó la organización paramilitar asociada al KKK «Carolina Knights» (Caballeros de Carolina), de la que fue el cabecilla con el título de «Gran Dragón», uno de los primeros grupos en usar medios paramilitares para intimidar a los negros en Estados Unidos, según el SPLC. Además, estuvo encarcelado en la década de 1980 por posesión ilegal de armas y por conspirar para asesinar al fundador del SPLC.

A su salida de prisión, Miller trató en repetidas ocasiones de ser elegido para cargos públicos – en 2010 fue candidato al Senado de Estados Unidos – , siguió vinculado a grupos racistas y colaboró y financió diferentes publicaciones antisemitas desde las que hizo llamamientos a «exterminar a los judíos».