10 MILLONES DE UNIDADES VENDIDAS
El millonario de las pulseras de goma que causan furor en el mundo
Cheong Choon Ng, de origen malasio y afincado en Estados Unidos, arriesgó 10.000 euros destinados a la universidad de sus hijas. En la actualidad, ha ganado más de 100 millones de euros
Diario Vasco, , 10-04-2014A sus 45 años nunca imaginó que podría hacerse inmensamente rico, y mucho menos con un artículo que inventó una tarde de aburrimiento por casualidad. Tras las famosas pulseras de gomas de colores se esconde una cara de origen malasia. Él es Cheong Choon Ng, padre de familia, ingeniero, y actualmente, el responsable de haber revolucionado el mundo con su invento, Rainbow Loom. Desde niños de 5 años hasta adolescentes de 15, y de cualquier sexo, se afanan en sus casas cada día en busca de la pulsera perfecta hecha con gomas. Pese a que estamos en la era de las videoconsolas y la tecnología, el juguete que más pega esta temporada es el ‘aparatito’ de Choon. Y entre los adictos a crear pulseras también encontramos caras conocidas. Las pequeñas Leonor y Sofía, hijas de los Príncipes de Asturias, deleitaban a su padre con uno de estos elásticos abalorios, que lucía en su muñeca en sus últimos eventos públicos.
Por su parte, Choon aún no se cree que su juguete haya podido traspasar fronteras de la manera que lo ha hecho, y mucho menos, que le haya dado beneficios de más de 100 millones de euros en un año. Una tarde del año 2010 vio que sus hijas, Michelle y Teresa, trataban de tejer unas pulseras con gomas. “Intenté ayudarlas pero mis dedos eran muy gordos. Me dio vergüenza y se me ocurrió diseñar una maquinita para recuperar su admiración”, explicaba Choon al periódico El Mundo. Con una tabla y varios alfileres fabricó un bastidor que le ayudaba a trenzar las gomitas a toda velocidad. Aquella tarde fue el inicio de toda una locura. A partir de ese pequeño proyecto realizado en la intimidad familiar, los compañeros de sus hijas empezaron a pedir uno, los amigos de sus amigos también… Ahora, ha vendido hasta 10 millones de unidades de Rainbow Loom.
El proyecto era muy original, y aunque Choon no entendía como a nadie se le podía haber ocurrido, decidió que necesitaba financiación para poder seguir con el juguete. Se arriesgó e invirtió los 10.000 euros que tenía guardados para la universidad de sus pequeñas. Tras pulir su invento con 28 prototipos, lo presentó a las jugueterías, pero ninguna se fiaba de su invento, ya que no sabían cómo se usaba. Así, decidió, junto a sus hijas, realizar tutoriales en Youtube.
El que la sigue la consigue, y dos años después una juguetería, Learning Express, compraba dos docenas de bastidores para hacer pulseras que se agotaban en 24 horas. Rainbow Loom ya había dado el salto al estrellato. Su propagación fue como un virus: un día no las quería nadie, y al siguiente David Beckham o Gwyneth Paltrow llevaban una de esas pulseras en la muñeca. Pese a todo, las cosas buenas siempre tienen su parte negativa, y Choon tiene que lidiar con decenas de copias de su producto, y con algunas empresas que se han adjudicado el invento en Estados Unidos, y con las que se ha tenido que querellar por no pagarle royalties. Además, el juguete oficial no existe aquí, en España, donde es el último grito entre el público infantil, y donde se venden copias de la máquina.
Choon ha dejado su puesto como ingeniero jefe en el departamento de pruebas de choque de Nissan, para dedicarse en exclusiva a su pequeña empresa, conformada por 15 trabajadores entre los que está su mujer. El famoso telar con el que hacer pulseritas de goma es uno de los artículos más vendidos en Amazon en la categoría de juguetes. Pese a su éxito, Choon está deseando expandir su imperio y poder traer el juguete original a nuestro país, donde busca socios y distribuidora.
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