La izquierda parlamentaria hace notar que los socialistas ya no hablan de reprobar al ministro del Interior, Jorge Fernández

El portavoz de Interior del PSOE en el Congreso, Antonio Trevín, volvió a reclamar ayer la sustitución del director general de la Guardia Civil, Arsenio Fernández de Mesa y del delegado del Gobierno en Ceuta, Francisco Antonio González, por la tragedia ocurrida el pasado 6 de febrero en las costas de esa Ciudad Autónoma, en la que perdieron la vida 15 inmigrantes.

Trevín reclamó ante el Pleno del Congreso «responsabilidad política» y apuntó que sólo hay dos maneras: «Dimitiendo ellos mismos si todavía les queda un ápice de dignidad política o cesándolos el ministro por lo que no hicieron y deberían haber hecho y lo que hicieron y no deberían haber hecho».

En el mismo debate, el portavoz adjunto del PP en la Comisión de Interior, Francisco Márquez, rechazó esas peticiones del PSOE, junto a las que Trevín lanzó las acusaciones de que Fernández de Mesa «tuvo acceso» desde el primer minuto a la realidad de lo ocurrido y aún así «mintió y no corrigió sus declaraciones negando que se hubiera disparado al agua con medios antidisturbios». Del delegado del Gobierno dijo que también «mintió» a toda la opinión pública española, y no ofreció todos los datos que tenía porque supo lo que pasó en Ceuta, puesto que uno de sus asesores estaba allí.

Desde la tribuna del hemiciclo, representantes de la izquierda ironizaron con el hecho de que el PSOE haya bajado su nivel de exigencia en relación a Ceuta, por lo que llegaron a plantear la reprobación del ministro en sede parlamentaria, aunque no a pedir su dimisión como sostuvo el diputado de ERC Joan Tardá. A su juicio, PP y PSOE han pactado dejar pasar esta tragedia para no hacerse daño mutuamente.