Comunitat
Bandas latinas buscan viviendas y pubs en la Comunitat para blanquear dinero
La Mara Salvatrucha de Alicante recibió antes de ser desarticulada cinco envíos de dinero de El Salvador para operaciones inmobiliarias
Las Provincias, , 09-04-2014«Si hablas con la ‘tira’ (policía) eres hombre muerto. Vives por la mara o mueres por la mara». Es uno de los lemas vitales de la Mara Salvatrucha, la banda latina más criminal de Sudamérica y cuya ‘clica’ (célula en su jerga) fue descabezada hace un par de semanas en Ibi. Sus 15 miembros (32 arrestados en toda España) ya han dado con sus huesos en la cárcel. Antes demostraron su peligrosidad con el apuñalamiento del miembro de una banda rival en el puerto de Alicante. La Guardia Civil también investiga su implicación hasta en tres homicidios en la Comunitat.
Pero sus tentáculos en la región estaban extendidos para mucho más que la función de ser «meros soldados», según la frase textual que emplea un mando del grupo central de Información de la Guardia Civil. La banda latina ya estaba en la «fase incipiente» de otra labor encomendada desde El Salvador y Honduras (sedes centrales de la Mara) por los mandamases de la banda. Su objetivo, la compra de viviendas, pubs y restaurantes «para blanquear el dinero negro logrado por los Salvatrucha mediante el tráfico de drogas, robo y extorsión a compatriotas», subraya el citado investigador.
Varias propiedades inmobiliarias de la Costa Blanca se encontraban ya en su punto de mira, como confirma la documentación incautada durante la ‘Operación Cruasán’ de la Guardia Civil. Y los agentes también detectaron «indicios de implantación» y de operaciones de compraventa en Valencia y Castellón.
Primera vez en Europa
De hecho, los ‘mareros’ ya habían recibido más de 15.000 euros en cinco envíos de dinero procedentes de Centroamérica. De unos 3.000 euros cada uno de ellos, «pequeñas cantidades para no levantar sospechas». Los investigadores también sospechan que parte de los fondos fueron traídos a Alicante por «dos cuarentones» considerados enviados de la cúpula de la Mara. Uno de ellos, apodado ‘Virus’ y arrestado en Barcelona, era la mano derecha de la organización criminal en Cataluña y la Comunitat.
Los agentes no dejan de subrayar la importancia de la banda latina. «Este ha sido el primer intento real de la Mara Salvatrucha de implantarse no sólo en España, sino en toda Europa», destaca el responsable de Información. Y todos los indicios de los especialistas en la lucha contra tribus urbanas apuntan a que las bandas latinas han decidido adoptar la compra de propiedades inmobiliarias como una de sus apuestas de futuro para lavar su dinero negro.
Y tienen un buen modelo a seguir. No es la primera vez que un grupo criminal asentado en España, y con conexiones en la Comunitat, utiliza este método de blanqueo. En junio del año pasado caía en nuestro territorio el clan Polverino, una de las facciones más violentas de la camorra napolitana. Una treintena de detenidos y más de 20 registros de empresas y domicilios. Algunas de estas investigaciones llevaron a los agentes hasta Castellón y Alicante. «El clan consiguió construir un auténtico imperio económico en Italia y España, contando con cientos de propiedades inmobiliarias, centros comerciales y lugares de esparcimiento», como destacaron desde la Guardia Civil. Propiedades con apariencia legal pero adquiridas con dinero procedente del tráfico de cocaína, secuestros y extorsiones.
El crimen de ‘Cruzito’
Claro que los ilegales ingresos de los Polverino eran auténticamente astronómicos en comparación con la «aún modesta economía» de la Mara Salvatrucha en nuestro país. Un dato como prueba de ello: la banda latina con tremendo peso en Ibi todavía no había desarrollado ninguna transacción ilícita en nuestro país; la facción de la camorra, sólo con el tráfico de hachís que lograba introducir en España, obtenía 60 millones anuales.
De la brutalidad y espíritu sanguinario de la Mara Salvatrucha no cabe la menor duda. A finales de marzo, coincidiendo con el descabezamiento de la ‘clica’ de Alicante, fue apresado en Nicaragua Juan Elías García, alias ‘Cruzito’. A sus 21 añitos, el ‘marero’ era buscado por un doble crimen: el de su novia Vanessa Arqueta y el de su hijo de dos años. Los mató porque ella discutió con él. ‘Cruzito’ estaba en la lista de los 10 fugitivos más buscados del FBI.
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