Una treintena de personas se concentró ayer frente a la oficina de extranjería de Bilbao para denunciar una estafa y pedir a la Subdelegación de Gobierno que no se las deje «en situación irregular». Según manifestaron, las presuntas víctimas dieron dinero para realizar los trámites que les permitieran obtener la residencia, pero el papeleo nunca llegó a ejecutarse.
Denunciaron, con una pancarta en la que se leía ‘Queremos justicia, papeles y trabajo’, que los culpables habían sido una abogada, un gestor y un empresario, «estafadores» que presumiblemente podrían quedar impunes «ante la falta de testigos en los numerosos procedimientos judiciales que se prolongarán durante años». Las personas que realizan este tipo de estafas, explicaron, «se sirven de las pocas posibilidades de que denuncien a la Policía», y anunciaron otra concentración el martes que viene.