La comunidad gitana, un colectivo “tan diverso que hace que haya 8.000
realidades distintas de gitanos” en la Comunidad foral y que pese a
llevar 500 años viviendo en ella es una “gran desconocida”, invita a la
sociedad a “conocerla antes de juzgarla”.

PAMPLONA. Entre 7.000 y 8.000 personas integran la comunidad gitana navarra, un pueblo “diverso y heterogéneo pese a que se han empeñado en decir que es un pueblo homogéneo, estanco y todos iguales”, según ha declarado a Efe, con motivo de la celebración del Día Internacional del Pueblo Gitano, el portavoz de las entidades gitanas de Navarra, Ricardo Hernández.

“La diversidad del pueblo gitano es grandísima, en Navarra hay 8.000 realidades distintas de gitanos, que compartimos una serie de rasgos, costumbres y valores”, apunta Hernández, quien pone el acento en el error de considerarlo un grupo homogéneo y articular a partir de esa consideración las diferentes actuaciones. “Quizás por eso fracasan las políticas de inclusión”, señala.

Al mismo tiempo incide en que los estudios reflejan que la población gitana es “el grupo que más rechazo y discriminación sufre y eso desgraciadamente es así, los datos estatales y europeos se pueden trasladar a Navarra”.

Aunque existen situaciones de “buena práctica de convivencia”, lo que sucede “en muchas ocasiones es que cuando se produce un hecho se culpabiliza a todo un grupo, a todo un pueblo, y esto ha sucedido con imágenes distorsionadas que se han dado de la comunidad gitana en algunos programas de televisión, que han contribuido a dar una imagen que no se corresponde con la realidad y genera rechazos”.

“A pesar de que llevamos más de 500 años viviendo en Navarra somos unos grandes desconocidos, la cultura gitana es una gran desconocida, que está asociada a estereotipos que no tienen que ver con ella y sí con procesos que tienen que ver más con la exclusión social, pobreza y marginalidad”, lamenta.

Tras invitar a pensar en “cómo ha sido la relación de mayorías y minorías”, sostiene que el pueblo gitano “tiene que ser todavía protagonista de su propio desarrollo, no ha tenido la oportunidad de equivocarse, siempre ha sido un pueblo dominado, con una imposición de la mayoría sobre las minorías”.

Y para tener una relación de “igual a igual es necesario que nuestro pueblo se forme”, según Hernández, quien ve la educación como “la mejor herramienta para conquistar derechos y avanzar en la inclusión social”.

En la actualidad siete de cada diez gitanos no acaban la Educación Secundaria, lo que conlleva dificultades de acceso a un empleo digno y por tanto a una vivienda en condiciones. “Es la pescadilla que se muerde la cola”, recalca, de ahí que su objetivo prioritario sea la formación.

Además de la implicación de las comunidades autónomas con las actuaciones previstas en materia de educación, salud, vivienda y empleo en el Plan Operativo para la Inclusión de los Gitanos aprobado a nivel nacional, es preciso que “toda la sociedad se comprometa”, subraya Hernández, quien está convencido de que “un pequeño avance de la comunidad gitana es una mejora para toda la sociedad”.

En este contexto considerado necesaria la celebración de días como el de hoy, en el que se visibiliza al pueblo gitano con su presencia en instituciones como el Parlamento de Navarra, con una recepción a las entidades gitanas, o actos como la ceremonia del río que recuerda el origen de esta raza y conmemora a sus antepasados.