La Comunitat Valenciana, y especialmente la provincia de Alicante, se ha convertido en un auténtico polo de atracción para el denominado turismo residencial de extranjeros. No en vano es la autonomía preferida por uno de cada tres nacionales de otros países que decide comprar una vivienda en España. Además, el crecimiento avanza imparable, ya que en sólo cuatro años se ha duplicado la cantidad de inmuebles adquiridos por extranjeros en la Comunitat, pasando de los 7.473 de 2009 a los 16.619 de 2013, lo que supone exactamente un incremento del 122 por ciento.

La provincia de Alicante es el auténtico motor de este aumento en la compraventa de inmuebles por parte de extranjeros, y acumula más del 80 por ciento de todas las transacciones realizadas por forasteros durante los últimos ejercicios. En localidades alicantinas como Orihuela, Torrevieja, Calpe o Xàbia la población extranjera representa ya más del 40 por ciento del total de residentes de estos municipios; mientras que otras poblaciones más pequeñas, como Rojales o San Fulgencio, experimentaron el pasado año un incremento de vecinos foráneos superior al 75 por ciento.

Esta creciente actividad inmobiliaria también ha supuesto un montante económico más que relevante. De hecho, según los datos proporcionados a LAS PROVINCIAS por la Conselleria de Infraestructuras, Territorio y Medio Ambiente, las transacciones de vivienda de extranjeros en la Comunitat alcanzaron un gasto de 1,73 millones de euros en 2013, prácticamente la misma cifra a la que se llegó en 2008, ejercicio en el que, sin embargo, se llevaron a cabo unas 6.000 compraventas de inmuebles menos. Esta diferencia entre el número de transacciones y el importe global se debe a la caída en picado que ha experimentado el precio de la vivienda en los últimos años.

Cambio de tendencia

En general, prácticamente la mitad del total de este turismo extranjero residencial procede del Reino Unido, seguido de Alemania (el 14 por ciento), y de Francia y los Países Bajos (con un 7 por ciento cada uno). Sin embargo, otros países mucho menos habituales están entrando con fuerza en el mercado de la compraventa de inmuebles de la Comunitat, como son principalmente Rusia y Argelia. Durante los dos últimos años (2012 y 2013), los rusos lideran el ranking de nacionalidades que más viviendas adquieren en la autonomía valenciana, superando incluso en ambos ejercicios a los ingreses, que se aferran a la segunda plaza en el listado.

Mucho más sorprendente resulta el caso de Argelia. En 2010, los naturales de este país africano compraron 77 inmuebles en la Comunitat, mientras que sólo tres años después la cifra supera las 1.000 viviendas, lo que hace ascender a este país a la tercera posición en el ranking del último año.

El cambio de tendencia se hace más evidente al analizar los datos de compradores del Reino Unido. Mientras que en 2008 los ingreses adquirieron más de 3.000 viviendas en la autonomía valenciana, el pasado ejercicio no alcanzaron las 1.500. Noruegos y franceses, por su parte, pese a que no experimentan crecimientos tan espectaculares, continúan con su tendencia al alza en este periodo, y pasan de rondar las 300 viviendas al año (en 2008 y 2009) a rozar el millar durante el último ejercicio.

Desde la conselleria quisieron también aclarar que este tipo de turismo residencial «es elegido por ciudadanos de Reino Unido, Alemania, Holanda, Francia, Noruega, Suecia, Finlandia, Bélgica y Rusia, que compran viviendas fuera de sus lugares de residencia habitual para las vacaciones o residir, de forma permanente o semi permanente». En esta línea, aclararon que los ciudadanos chinos, marroquíes y rumanos son las nacionalidades que mayoritariamente cambian de residencia con fines laborales.

Facilidades y promoción

Para seguir propiciando la compraventa de inmuebles por parte de extranjeros, la Generalitat constituyó en 2011 una comisión integrada por los principales agentes del sector (cámaras de comercio, notarios, registradores, promotores, constructores, etc.) y cuyo objetivo es «impulsar iniciativas que favorezcan el turismo residencial en la Comunitat por parte de ciudadanos extranjeros». El fin último, insistieron desde la conselleria, es «favorecer la reactivación de la actividad productiva y el empleo mediante el incremento de la adquisición y usos de viviendas».

Asimismo, esta iniciativa está beneficiando en buena medida a los propietarios de inmuebles que desean vender, puesto que la mayoría de compraventas hacen referencia a viviendas de segunda mano. En el periodo 2006 – 2013, el 67 por ciento de las transacciones realizadas por extranjeros fueron de inmuebles usados.