África luchará con más ahínco contra el tráfico de personas y Europa promoverá la “inmigración legal y la movilidad”. Son algunos de los compromisos incluidos en la declaración y el plan de acción suscritos ayer en Bruselas por 80 líderes europeos y africanos para fijar sus prioridades comunes y tratar de llevar una mayor prosperidad a África.
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Unas 200 personas volvieron ayer a intentar saltar a Melilla
“Se trata de un verdadero avance, de una declaración muy importante”, celebró Herman van Rompuy, presidente del Consejo Europeo, tras dos días de reuniones con menos asuntos contenciosos que en anteriores citas. La cumbre euroafricana del 2010 en Libia estuvo marcada por las agudas críticas a la gestión de la inmigración y tres años antes, en Lisboa, fue el comercio lo que enturbió la cita bilateral.
“Nuestra cooperación debe estar guiada por un enfoque orientado a dar resultados”, señala la hoja de ruta pactada por los países de la Unión Europea y la Unión Africana para enmarcar sus relaciones hasta el 2017, una manera elegante de admitir que los anteriores acuerdos bilaterales no han dado muchos frutos. El objetivo ahora es implicar más al sector privado y sacar más provecho de los 750 millones de euros que la UE dedicará los próximos tres años a afianzar la paz y la seguridad en África, el doble que en el actual periodo, cantidad a la que se suman unos 20.000 millones de euros al año en ayuda al desarrollo.
El drama que rodea a la llegada irregular de inmigrantes estuvo muy presente durante la cumbre, pero la celebración de elecciones europeas en menos de dos meses y el auge de los partidos ultra desaconsejan celebrar un debate serio en la UE sobre cómo abordar el problema o facilitar los canales legales para llegar a su territorio. La discusión europea sobre cómo repartirse los inmigrantes y los demandantes de asilo se ha aplazado a junio.
La mejor herramienta contra la inmigración irregular y a favor de la paz en el continente africano, afirmó Nkosazana DlaminiZuma, presidenta de la Comisión de la Unión Africana, será la mejora de la situación económica. “Tenemos un continente lleno de oportunidades, pero las oportunidades por sí solas no bastan, hay que convertirlas en riqueza real para la gente”, reclamó Nkosazana Dlamini-Zuma, la presidenta de la Comisión de la Unión Africana, que puso especial énfasis en que se facilite el comercio y en la necesidad de que Europa invierta más en África. En infraestructuras pero también “en las personas”, para que no lleguen a Europa “vía Lampedusa” sino en avión.
Un discurso parecido defendió el presidente Mariano Rajoy. “Aquí de lo que se trata es de que nadie se tenga que ir de su país porque no le queda otra alternativa y porque en su país no puede vivir. Ese es el reto”, comentó Rajoy al término de la cumbre. La única solución a largo plazo al problema, dijo, “es generar unas condiciones de vida que permitan a todas las personas vivir dignamente en su país. Porque si eso no es así, es inevitable que la gente no se quede en su país”. Rajoy se declaró satisfecho porque “hay un acuerdo general de que estos países necesitan ayuda, pero ellos también van a colaborar para luchar contra las mafias”. Entrar ilegalmente en Europa, reiteró, “no lo puede permitir la UE ni lo permite ningún país”.