donostia – Unos dos centenares de inmigrantes de origen subsahariano intentaron ayer sin éxito entrar en Melilla al ser rechazados por las fuerzas policiales. Los hechos tuvieron lugar durante la mañana pero, sin embargo, el enclave continuó suscitando la atención informativa a lo largo de toda la jornada, ya que numerosos subsaharianos permanecieron encaramados a la valla durante horas.

Los dos últimos inmigrantes de origen subsahariano que permanecían en lo alto descendieron a última hora de la tarde después de pasar más de diez horas encaramados a una altura de seis metros. El resto de los casi 30 inmigrantes que se habían subido a las 9.00 horas al vallado, tras protagonizar junto a otros 150 subsaharianos un intento de entrada masivo a Melilla, se fueron bajando a lo largo de la tarde.

La mayor parte del grupo decidió bajarse en torno a las 15.00 horas y volver a Marruecos, aunque antes ya lo había hecho uno de ellos voluntariamente, y otro había sido rescatado tras sufrir una lipotimia, por la que fue trasladado al Hospital Comarcal. Visiblemente cansados, con los músculos entumecidos, los subsaharianos ponían fin a una aventura de muchas horas, que comenzaron con fuerza, coreando gritos de “Libertad, libertad” y “España, España”. El intento de entrada se produjo por la zona norte del perímetro, junto a los Pinares de Rostrogordo y los cortados de Aguadú.

Por su parte, el presidente del Tribunal Superior de Justicia del País Vasco (TSJPV), Juan Luis Ibarra, criticó ayer las cuchillas de las vallas de Ceuta y Melilla, que definió como “un apabullante símbolo de la Europa fortaleza, atacada de miedo a la libertad”. – Efe / E.P.