donostia – El ciudadano sierraleonés muerto a martillazos en un piso de Andoain en 2012 dio alojamiento a su presunto asesino, al que encontró “durmiendo en la calle” y del que se apiadó para ofrecerle compartir su habitación en la vivienda en la que la víctima residía con otros inmigrantes africanos, según desveló ayer el fiscal del caso.

El representante del Ministerio Público, que pide penas que suman 24 años de cárcel para el procesado, un ciudadano estadounidense de 23 años, hizo esta revelación durante la primera jornada del juicio por estos hechos que se inició ayer en la Sección Primera de la Audiencia de Gipuzkoa con la selección de los miembros del tribunal del jurado.

Los hechos enjuiciados ocurrieron en junio de 2012, cuando el procesado propinó una quincena de martillazos a su víctima, que entonces tenía 52 años, tras una discusión entre ambos. – Efe