Mañana de saltos y caos en Melilla

Cuarenta subsaharianos permanecen horas en lo alto de la valla tras otra acometida

El Mundo, PAQUI SÁNCHEZ MELILLA CORRESPONSAL, 29-03-2014

Un nuevo intento de salto masivo de la valla sembró ayer el caos durante toda la mañana en Melilla. Y desde bien temprano, porque poco antes de que el reloj diera las 5.00 horas, la Guardia Civil ya había avistado a 800 subsaharianos aproximándose al perímetro fronterizo.

El amplio despliegue de seguridad a ambos lados de la valla, en el que también participó un helicóptero de la Guardia Civil, obligó a los inmigrantes a dividirse en varios grupos para tratar de esquivar el control policial saltando por diferentes puntos de la alambrada. Sobre las 6.00 se dieron los primeros intentos y, a partir de entonces, se desató el caos, a pesar de que apenas una decena de subsaharianos consiguió entrar. Alrededor de 40 se quedaron encaramados en lo alto de la valla en dos puntos distanciados durante más de tres horas.

Se negaban a bajar porque sabían que los agentes marroquíes se harían cargo de ellos. Por eso, mientras un nutrido grupo de policías, guardias civiles y bomberos intentaban bajarlos sin éxito desde los seis metros de altura, los inmigrantes llamaron la atención de los periodistas gritando «libertad», «España, España» y su cántico de victoria, el famoso «bosa, bosa» que los sin papeles proclaman cuando consiguen poner un pie en suelo melillense.

Los que estaban encima de la valla no llegaron a poner los suyos nunca porque, pasadas las 9.00, cansados de estar subidos en la alambrada, decidieron bajar por su propia cuenta. Menos uno, que en vez de subirse a la valla se quedó en lo alto de una de las farolas que alumbran el perímetro en el tramo de Villa Pilar, cerca del aeropuerto.

Teóricamente estaba ya en Melilla, a 10 metros de altura, pero este subsahariano no quería bajar. Lo intentó convencer todo el mundo para que lo hiciera. Desde los agentes hasta los voluntarios de Protección Civil y de Cruz Roja. Incluso dos miembros de Acnur trataron de hacerle ver que permanecer allí arriba, apoyado en la farola, no era lo más sensato, y menos en su estado, ya que en determinados momentos se le veía desorientado y prácticamente sin fuerzas. Al final, después de cinco horas, también bajó por su cuenta. En el descenso cayó desde cierta altura y tuvo que ser trasladado al hospital por heridas leves.

Además de atender el perímetro en los focos donde se produjeron los intentos, la Guardia Civil y la Policía Nacional también tuvieron que actuar en el Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (Ceti), donde un grupo numeroso de acogidos, al enterarse del salto, salió para animar a los compañeros que estaban encaramados a la valla intentando entrar como antes hicieron ellos.

Los agentes tuvieron que cerrar también durante dos horas el principal paso fronterizo entre Melilla y Marruecos para evitar que fuera utilizado por los inmigrantes para entrar a la carrera, justo en la hora punta, lo que llegó a afectar a la entrada de alimentos frescos a los mercados de abastos de la ciudad.

La calma no llegó hasta horas más tarde. Mientras tanto, el Ministerio del Interior anunció que enviará a Melilla a otros 20 guardias civiles antidisturbios del GRS, que se unen a los 80 que ya había destinados en Melilla junto a 150 policías de la UIP.

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