Los Mossos detuvieron la noche del domingo a un menor de edad, de origen marroquí, conocido en los bajos fondos de Mataró como el Ratita, que la noche del domingo se entregó a la Fiscalía de menores de Barcelona como autor confeso del apuñalamiento mortal de un compatriota de 18 años, Mohamed L., en el barrio de Cerdanyola de Mataró la tarde del sábado. Los vecinos mediaron para que el agresor se entregara a la justicia, pero aun así decidió huir de los Mossos escapando por el tejado de su domicilio.

El menor homicida, de 17 años, y el joven fallecido eran muy conocidos en círculos policiales al pertenecer al mismo grupo de delincuentes habituales que, además de traficar con pequeñas cantidades de droga, robaba a los transeúntes por el método del tirón. La discusión que acabó causando el apuñalamiento se produjo por la propiedad de un teléfono móvil. Tras la disputa, el Ratita subió a su casa a buscar un cuchillo con el que apuñaló mortalmente a su víctima.

En el hospital de Mataró, según los vecinos, se produjeron más altercados cuando familiares y amigos de la víctima intentaron velar el cadáver y uno de los Mossos que habían acudido de refuerzo a petición del centro, se enfrentó violentamente a los acompañantes. La situación no fue a mayores por la intervención pacificadora de un mando de la policía catalana.

Ante la actuación policial, la Federación de Asociaciones de Vecinos de Mataró, según su presidente, Juan Sánchez, presentará una queja oficial ante los Mossos d’Esquadra por el comportamiento violento del agente. En paralelo, Constanza Rodríguez, presidenta de la Asociación de Vecinos de Cerdanyola, ha exigido una reunión de urgencia con el Consistorio y los cuerpos policiales para exigir soluciones. También lamenta el “poco caso que se ha hecho a nuestras reclamaciones” y advierte de la situación que “ha llevado a convertir el barrio en el principal mercado de la droga del Maresme”.