Un hombre mata a puñaladas a su mujer en Barcelona y huye

Un hijo de la víctima, la número 18 en el Estado en lo que va de año, asegura que la ha asesinado "por celos"

Diario de Noticias, , 29-03-2014

barcelona – Los Mossos d’Esquadra investigaban ayer la muerte a puñaladas de una mujer de unos 55 años en el número 355 de la calle Bolivia de Barcelona, en el distrito de Sant Martí, presuntamente a manos de su marido, que huyó de la casa.

Según fuentes cercanas al caso, la mujer presentaba varias heridas de arma blanca y la principal hipótesis es que se trata de un nuevo caso de violencia machista que, de confirmarse, sería el número dieciocho en el Estado y el quinto en Catalunya en lo que va de 2014.

Los Mossos recibieron el aviso sobre las 10.30 horas y desplazaron al lugar a la Policía científica, que estuvo tomando muestras de AND, fotografías y huellas a la espera de la llegada de la comitiva judicial, que no se presentó en la escena del crimen hasta las 14 horas; la calle estuvo cortada hasta las 14.45 horas. La vivienda se encontraba en un barrio de casas bajas habitadas en su mayoría por personas de etnia gitana, como la víctima y su pareja.

El hijo menor de la víctima, Juan José F., explicó que él se encontraba durmiendo en su habitación en casa de sus padres, donde ocurrió el crimen y, cuando se levantó, encontró el cadáver de su madre: “La ha matado mi padre”.

Según su relato, su padre cometió el crimen “por celos” y ya había sido detenido en otras ocasiones, y no descartaba que pueda haber represalias. De madrugada escuchó la televisión muy fuerte pero no oyó ruidos sospechosos durante la noche, añadió.

una relación tormentosa La suegra de Juan José F., Carme, relató que su yerno había acudido a su casa, a unas calles de distancia, tras encontrar el cadáver de su madre, “chillando y llorando”, porque la había visto en la cama, en ropa interior y toda manchada de sangre.

La víctima tenía seis hijos, tres de ellos con su actual marido, con quien llevaba “muchos años casada”, según su consuegra. Habían tenido muchas peleas previas y, de hecho, sus hijos le pedían que se separase, pero siempre se acababan reconciliando gracias a la intervención de los patriarcas del clan gitano. Según Carmen, ella nunca le había denunciado. El presunto autor de los hechos había pasado un tiempo en la cárcel por “un tema de drogas” y llevaba en libertad unos dos años. – Efe/E.P.

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