Rebajando tensión
El trágico incendio de El Vendrell desata rabia e indignación en el barrio marginal de Pisos Planas El cónsul de Marruecos en Tarragona media con la comunidad magrebí para calmar los ánimos
La Vanguardia, , 28-03-2014Os envío las condolencias en nombre del Gobierno marroquí. Es un momento muy difícil, pero debemos estar muy tranquilos”. Este es el mensaje. Este es el discurso que Laabar Abadelfatah, el cónsul de Marruecos en Tarragona, ha lanzado a la comunidad magrebí de El Vendrell. La muerte de los cuatro niños en el incendio de los Pisos Planas ha desatado algo más que lágrimas. Se mezcla rabia, impotencia e indignación en un barrio azotado por la crisis, el paro y la marginalidad y donde la policía organiza periódicamente operaciones contra el tráfico de drogas.
VICENÇ LLURBA
Duelo. Vecinos y muchos niños depositaron ayer flores y velas en el portal del número 4 de la calle del Mig, donde vivía la familia víctima del incendio
“No somos bestias, somos personas”, fue una de las consignas que los más de 150 vecinos de Pisos Planas corearon delante del Ayuntamiento, tras el pleno extraordinario en el que se decretaron los días de duelo por la tragedia. “Están enojados y cada uno dice lo que tiene en el corazón pero les he dicho que estamos trabajando todos juntos, con el alcalde y el delegado del Govern para superar estos momentos difíciles”, dijo el cónsul. El objetivo ahora es que esta rabia e indignación no encienda otra mecha más violenta.
Ayer, en el portal del número 4 de la calle del Mig, se acumulaban velas y flores. “Lo que le ha pasado a esta familia nos podría pasar a cualquiera. Aquí nadie trabaja, todos vivimos en las mismas condiciones”, repite una y otra vez una vecina. Pisos de apenas 60 metros cuadrados donde viven familias muy extensas. Muchos ocupados ilegalmente con los cerrojos forzados, instalaciones eléctricas antiguas y en muchas ocasiones pinchadas. Puertas reventadas…
En la calle del Mig, ayer, se concentraban de nuevo los vecinos. Líderes espontáneos animaban a otros a organizar una manifestación “para que se esclarezca cuánto tardaron realmente los bomberos en llegar, porque tardaron más de media hora”, gritaba uno. “Y también para que los servicios sociales se acuerden más de nosotros”, añadía otro. Pero según el informe de los bomberos –con los registros del GPS instalados en los coches– entre la llamada al 112 y la llegada al barrio transcurrieron exactamente seis minutos.
Calmar los ánimos. Desde la misma noche del incendio, responsables de los bomberos; el delegado del Govern en Tarragona, Joaquim Nin, y el alcalde de El Vendrell, Martí Carnicer, se reunieron y hablaron con los representantes de las asociaciones magrebíes del barrio. El cónsul de Marruecos en Tarragona ha asumido el papel de mediador entre la comunidad musulmana y las autoridades. “Trabajamos todos juntos, para superar esta situa ción tan difícil”, insistió ante sus compatriotas y ante la prensa. El consulado se hará cargo de la repatriación de los cadáveres de los cuatro niños a Agadir (en el sur de Marruecos), de donde es originaria la familia, que, con toda probabilidad, se hará la próxima semana. Los encuentros y las reuniones se han sucedido. Aunque la labor del cónsul ha sido cuestionada por la Asociación de Amigos del Pueblo Marroquí Itran, que ayer, en un comunicado, además de expresar sus condolencias por lo ocurrido, también expresaba sus criticas: “Hace falta que ocurran siniestros, que mueran víctimas para que los medios de comunicación y las autoridades se den cuenta de la gran discriminación y frustración que está sufriendo este colectivo”. La entidad reclamaba un papel más activo, tanto por parte de las autoridades locales como del gobierno marroquí.
Así quedó tras el violento incendio la habitación donde dormían tres de los niños
Mientras tanto, se ha desplegado un discreto –para evitar provocaciones– dispositivo policial en el barrio. “Estamos en contacto permanente con el Ayuntamiento para acordar las medidas necesarias para rehabilitar la situación de la familia víctima del incendio”, afirmó ayer Joaquim Nin. El Consistorio ya tiene una vivienda a disposición de la familia víctima del incendio. La ofrecieron ayer mismo al hijo mayor de 18 años, que sobrevivió –al igual que su padre y el primo que también había en la casa– al saltar por su balcón al del bloque contiguo. “Sin embargo, prefirió alojarse con unos familiares y estar así acompañado en estos momentos”, explicaron ayer fuentes municipales.
Los servicios sociales del Consell Comarcal del Baix Penedès, donde se trasladó el expediente de la familia cuando esta perdió el piso –a finales de 2011 se mudaron a la urbanización Sant Jordi, en el vecino municipio de Santa Oliva (a pocos metros del barrio)– reactivaron el expediente para tramitar de nuevo la Renta Mínima de Inserción (RMI). Una ayuda que el padre de la familia solicitó en 2010 pero que acabó denegándose porque no presentó la documentación necesaria.
Desde los servicios sociales del Consell Comarcal se tramitó una ayuda para material escolar que
la familia solicitó el pasado mes de enero. Sin embargo, explican desde esta administración que se ofreció a la familia una beca comedor para los niños, tras detectarse desde la escuela que quizás la necesitaban que la propia familia rechazó. Desde el Ayuntamiento también se está tramitando el viaje de un familiar desde Agadir a El Vendrell para que pueda acompañarles durante estos momentos.
La muerte de los cuatro niños ha tocado de lleno el colegio Teresina Martorell, donde ayer prácticamente no acudieron alumnos. Al acto previsto para hoy, en el que participarán las siete escuelas del municipio, también se unirá el Club d’Esports del Vendrell, donde uno de los niños jugaba al fútbol.
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