Cuatro hermanos mueren en un incendio en un piso okupado

Los padres y otros dos miembros de la familia, de origen magrebí, lograron salvar sus vidas

Deia, , 27-03-2014

Tarragona – La localidad tarraconense de El Vendrell llora la muerte de cuatro hermanos menores de edad – Ayoub, de 12 años; Thami, de 8; Mohammed, de 5, y Osama, de 3 – en el incendio del piso en que vivían, al parecer de forma ilegal, en la barriada de los Pisos Planes. En el siniestro resultaron heridos otros dos hermanos y los padres de las víctimas, todos ellos marroquíes. La madre y la niña de 2 años fueron ingresadas en el Hospital Vall d’Hebrón con heridas superficiales.

Según el parte médico facilitado, permanecía ingresado en la Unidad de Grandes Quemados, en estado grave pero estable, el padre de los menores fallecidos, de 41 años y con quemaduras en el 11% del cuerpo. La madre, de 38 años, padece quemaduras superficiales en un 1% de su cuerpo, mientras que su hija de 2 años tiene quemaduras en el 2% de su cuerpo.

El incendio se registró pocos minutos antes de la medianoche del martes al miércoles, momento en el que el padre salió a pedir ayuda y pudo salvar su vida. El hijo mayor, de 18 años, saltó por el balcón del vecino antes de que los bomberos rescataran a la madre y a la niña. La Policía Científica de los Mossos de Esquadra y los Bomberos inspeccionaron el piso, una cuarta planta en la calle del Mig de la barriada popular de Pisos Planes, para intentar aclarar las circunstancias del suceso. No obstante, tal y como advertían ayer, “la tarea no será fácil por el estado en el que ha quedado el piso”.

Los Bomberos recibieron el aviso a las 23.26 horas y seis minutos más tarde ya estaban frente al piso, si bien la primera en acudir fue la Policía Local, relató el concejal de Protección Civil de El Vendrell, Jaume Escarré, en el pleno extraordinario y urgente celebrado ayer para decretar dos días de duelo. “El incendio era muy violento, las llamas salían por la ventana y alcanzaban casi la fachada de enfrente”, detalló el edil.

El jefe de emergencias de los Bomberos del Camp de Tarragona, Bienvenido Aguado, detalló que en la casa había “mucho material combustible, como ropa y colchones” y que al llegar oyeron los gritos de la mujer en la habitación más interior y la pudieron rescatar con su hija pequeña en brazos. Los bomberos localizaron los cuerpos ya sin vida de los cuatro niños en dos habitaciones intermedias de la vivienda.

La familia afectada por el incendio estaba muy integrada en el municipio, todos los hijos habían ido al mismo colegio e incluso jugaban en el mismo equipo de fútbol, por lo que se dispuso atención psicológica para sus compañeros, que dedicaron dibujos a sus amigos fallecidos. Sin embargo, no está claro aún si okupaban la vivienda tras un desahucio, ya que constan empadronados en la urbanización de Sant Jordi, en el municipio vecino de Santa Oliva, separado tan solo por unas calles del barrio de Pisos Planes.

Arruinados La familia ya sufrió otro incendio en su negocio, una carnicería, en 2010, y acudieron a los Servicios Sociales de El Vendrell ante la grave situación económica por la que atravesaban, según dijo el jefe de dicho departamento, Josep Miquel Beltran. Sin embargo, no pudieron tramitarles ninguna ayuda porque la documentación estaba incompleta. “Nos pidieron que les tramitáramos la prestación de la Renta Mínima de Inserción. Al tener muchos menores a su cargo, derivamos su caso a Barcelona y allí también se lo denegaron porque faltaba documentación”, detalló Beltran.

Los Servicios Sociales de El Vendrell perdieron el rastro a la familia hasta el 25 de octubre del 2011, cuando el hijo mayor les comunicó que habían perdido un juicio con una entidad bancaria, que dejaban la vivienda y que se trasladaban a vivir al municipio limítrofe de Santa Oliva. La última noticia del Ayuntamiento sobre esta familia data del 7 de noviembre de 2011, cuando se dieron de baja del padrón municipal. Por eso mismo ayer resultaba imposible confirmar si la familia magrebí había reokupado la vivienda de la que fueron desahuciados.

“Es un día trágico. En nuestra memoria colectiva nunca se había producido un suceso así con un desenlace de esta magnitud”, dijo, visiblemente emocionado, el alcalde, Martí Carnicer, al inicio del pleno extraordinario. Más de 150 vecinos, la mayoría magrebíes, se concentraron para exigir explicaciones mientras coreaban consignas tipo “No somos animales, somos personas”. El cónsul de Marruecos en Tarragona, Abdelfattah Lebbar, tranquilizó los ánimos al dirigirse a la multitud congregada a las puertas de la casa consistorial y rezar todos juntos en árabe. Posteriormente declaró que el gobierno marroquí se hará cargo de la repatriación de los cuerpos. – Efe/E. P.

El testimonio

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