De Melilla a la Península
Más de 120 inmigrantes que saltaron la valla, trasladados a los CIE
El Mundo, , 26-03-2014Cuando hace ocho días Melilla vivió el salto a la valla más multitudinario de su historia, una de las medidas que anunció la Delegación del Gobierno fue dar agilidad al traslado de sin papeles hacia la Península. La maquinaria se puso ya en marcha la semana pasada, cuando una treintena de inmigrantes abandonó Melilla vía marítima. Sin embargo, esta salida formaba parte de la programación semanal que se sigue a rajatabla, desde el inicio de la legislatura, para intentar rebajar la ocupación del Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (Ceti). La salida rutinaria de pequeños grupos fue un compromiso personal del delegado del Gobierno, Abdelmalik El Barkani.
Pero ese goteo en la salida de pequeños grupos se antojaba insuficiente cuando el día 18 entraron 500 subsaharianos de una tacada. El Ceti, construido en los años 90 para acoger a 480 personas, ha llegado a superar un censo de más de 1.900 inmigrantes en estos días. El milagro de dar un techo a tanta gente en un centro con limitaciones ha sido posible gracias a 26 tiendas de campaña del Ejército y la Cruz Roja –casi la mitad instaladas fuera–, y también por el esfuerzo que la plantilla del Ceti está haciendo desde hace semanas, para dar asistencia a todo el mundo sin que se genere ningún conflicto entre los acogidos.
La salida urgente de inmigrantes a la Península había sido anunciada como algo inminente, aunque no fue hasta el lunes cuando empezaron a verse los primeros movimientos en la Jefatura Superior de Policía, donde un grupo importante de inmigrantes había acudido con los macutos preparados. El viaje parecía inmediato, pero fue ayer cuando dieron al fin el salto desde África hasta el Viejo Continente. En total, 60 sin papeles, la mayoría subsaharianos, fueron trasladados en dos vuelos contratados por Interior, que dejó a parte de los inmigrantes en Madrid y a otros, en Jerez, para llevarlos hasta el Centro de Internamiento de Extranjeros (CIE). El jueves de esta semana serán trasladados a la Península alrededor de 120, apenas una quinta parte de los que entraron en esta avalancha histórica.
La mayoría de los pasajeros de ayer iban esposados y custodiados por la Policía, una medida de seguridad para evitar que puedan amotinarse en el avión al saber que en realidad van a un CIE, el paso previo a la devolución a sus países de origen. Sólo una pequeña partese deriva a centros de acogida gestionados por ONG.
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