Las bandas latinas han cambiado. Según la Conselleria d’Interior, aquellas pandillas de adolescentes que hace una década, bajo el paraguas de la ola migratoria, ocuparon parques de Barcelona y su entorno y atemorizaron a la ciudadanía con sangrientas reyertas están empezando a mutar en organizaciones de treintañeros dedicadas a actividades como el tráfico de cocaína y marihuana. Los Mossos calculan que hay 3.000 miembros de esos grupos en Catalunya (los Latin Kings tienen 900 integrantes), con lo que los riesgos que comporta esa transformación son obvios. Eso ha hecho que las fuerzas de seguridad las pongan en su punto de mira, como demuestra que en los últimos 40 días haya habido cuatro operaciones contra estos grupos con 85 detenidos.
La última fue ayer mismo, cuando la Guardia Civil detuvo a 30 presuntos integrantes de la MS13 o Mara Salvatrucha. 15 de ellos fueron detenidos en Barcelona y el resto en Madrid y Alicante. Con ellos, desde el 14 de febrero, en Catalunya han sido arrestadas 85 personas, 75 de ellas en el área metropolitana de Barcelona. Las operaciones de los Mossos y de la Guardia Civil han permitido descabezar a los Trinitarios, a los Bloods, a la Mara Salvatrucha y a los Almighty Latin Kings Nation (ALKN, La Nación de los Todopoderosos Latin Kings), la facción más violenta de esa banda. Hace un año, fueron golpeados los Black Panthers y los Trinitarios.
«Hay un elemento sociológico. Muchos detenidos son tipos que llevan 10 o 12 años en la banda, que entraron de adolescentes, y que están atrapados ahí, no saben hacer nada de provecho, no tienen formación, y ya son demasiado mayores para pasarse la tarde en los parques. Por eso se meten en el trapicheo; no son tráficos a gran escala pero sí a nivel de uno o dos kilos», comenta un experto de los Mossos que añade que la crisis ha favorecido ese aterrizaje en la criminalidad organizada.

CAMBIO DE ESTRATEGIA POLICIAL / Para Interior, esa transformación ha obligado a un cambio de estrategia. Así, en Catalunya, donde hasta hace dos años no había habido ninguna redada contra esas bandas, los Mossos cambiaron en diciembre del 2011 el modo de abordar a estos grupos, que empezaron a recibir el mismo tratamiento que las organizaciones criminales. «Antes había problemas de civismo y de orden público, por las peleas. Empezamos a ver que se estaban dedicando a actividades como el tráfico de drogas o de armas, extorsiones o robos con violencia», comentó ayer el director general de la Policia, Manel Prat, que acudió en persona a presentar el operativo contra la ALKN en el que se investigó a 57 personas, de las que 30 fueron detenidas y a quienes se incautaron dos pistolas, una escopeta de cañones recortados y machetes. «La ALKN era una organización jerárquica que recibía órdenes desde Ecuador y que estaba realizando acciones de narcotráfico», explicó Prat. Se estaba especializando en traer cocaína de Ecuador con mulas , personas que se ofrecían a transportar la droga en su equipaje por unos 3.000 euros. A veces, el tráfico se hacía mediante engaños, pidiendo a emigrantes que regresaban a España que trajeran regalos para familiares. «Escondían la cocaína en los zapatos», explica un especialista de los Mossos que señala que la época de más actividad de ese tráfico es en Navidad: «Aprovechan que muchos inmigrantes van a pasar las fiestas con sus familias en sus países de origen». Pero varias mulas fueron interceptadas, lo que les hizo perder la inversión realizada en la compra de la droga. «Eso les llevó a cometer robos en casas y a otros narcos para recuperar el dinero», cuenta el policía. La investigación empezó en Ecuador y en Madrid cuando fueron detenidos dos individuos que llevaban cuatro y nueve kilos de coca. El destino de la droga era Barcelona donde la ALKN estaba consolidándose como unos de los principales distribuidores de esa droga. Su intención era hacerse con el monopolio del menudeo de coca en las áreas de ocio nocturno en la capital catalana. Su otro mercado eran las prisiones, donde introducían cocaína con la que luego se traficaba dentro. En la redada de los Mossos cayó la cúpula de la organización en toda España. Así, fue detenido el jefe máximo, conocido como el Inca Supremo y que era catalán. También fueron detenidos cuatro coronas –los lugartenientes del Inca– del llamado Reino de Barcelona y el esforzador , encargado de mantener el orden en la banda.

DUDAS DE LOS EXPERTOS / El antropólogo y experto en bandas latinas Carles Freixa expresa sus dudas sobre esa deriva mafiosa. «Puede ser que haya elementos que se dediquen a las drogas pero me resisto a pensar que la actividad del narcotráfico sea generalizada», comenta, y lamenta que «actualmente la única respuesta que se da es policial mientras que todos los programas de ayudas y asistencia educativa y laboral se han eliminado o reducido al máximo».