La Guardia Civil ha interceptado diez vehículos utilizados por las redes que trafican con seres humanos en la frontera de Melilla, en lo que va de año. En total, han sido 15 las personas auxiliadas y rescatadas y otras tantas las que han pasado a disposición judicial por delitos contra la seguridad de los ciudadanos extranjeros.

Los agentes destacados en el paso internacional de Beni Enzar aseguran que no hay un perfil de traficante de personas ni de vehículo, ya que se han encontrado personas escondidas tanto en pequeños turismos como en furgonetas o camiones, siendo sus conductores principalmente hombres, aunque sin tener definida la edad o la nacionalidad.

El último caso se producía la tarde del pasado viernes, 21 de marzo, en el que en el registro de un Renault 21 matrícula de Marruecos, los agentes encontraron a una persona empotrada en el salpicadero.

Los agentes actuantes tuvieron que arrancar de cuajo el frontal para poder auxiliar a la persona oculta que necesitó de primeros auxilios al salir. En este caso, como en la mayoría de ellos, el doble fondo construido por las mafias en ese lugar era hermético, no contando con ningún tipo de ventilación, no pudiendo permanecer la persona oculta mucho tiempo allí, ya que podría morir asfixiada.

La persona auxiliada era un joven indocumentado, que decía proceder de Guinea Conakry, de unos 18 ó 19 años de edad, que ya ha pasado a disposición judicial en calidad de testigo.

El conductor detenido es un ciudadano de nacionalidad marroquí, con domicilio en la vecina localidad marroquí de Nador, de 21 años de edad, que ha pasado a disposición judicial como supuesto autor de un delito contra los ciudadanos extranjeros, decretando la autoridad judicial su ingreso inmediato en la prisión de Melilla.