El Frente Nacional se dispara
Los socialistas franceses reciben un voto de castigo por la política de Hollande
La Vanguardia, , 24-03-2014A pesar de la dificultad de la empresa –las elecciones locales no son las más propicias para el FN, que está lejos de poder presentarse en la mayor parte de los municipios–, los frentistas consiguieron resultados notables en un número significativo de ciudades, sobre todo en sus feudos tradicionales del norte y el sur.
En Perpiñán, Avignon, Béziers, Fréjus, Hénin-Beaumont –donde Steeve Briois fue elegido ya en la primera vuelta con el 50,2% de los votos–, Forbach, Saint-Gilles, Tarascon…, los candidatos del FN acabaron en cabeza, con resultados de entre el 34% y el 50% de los sufragios. En una ciudad de la importancia de Marsella –la segunda metrópoli de Francia–, el candidato frentista, Stéphane Ravier, adelantaba anoche incluso por dos puntos (22% a 20%) al aspirante socialista, Patrick Menucci, ocupando el segundo lugar por detrás del histórico alcalde de la Unión por un Movimiento Popular (UMP), Jean-Claude Gaudin. Un verdadero seísmo político.
Exultante, la líder del partido, Marine Le Pen, celebró una “cosecha excepcional” y decretó “el fin de la bipolarización de la política francesa”. Casi como un eco, consciente de la corriente de fondo que se ha desatado, el presidente de la UMP, Jean-François Copé –reelegido en la primera vuelta en su feudo de Meaux (Sena y Marne)–, llamó a los electores del Frente Nacional a “votar masivamente” por los candidatos de la derecha en la segunda vuelta, el domingo que viene. Su rival en el partido, François Fillon, aprovechó para aclarar que no debería haber ningún pacto con los frentistas ni tampoco retiradas en la segunda vuelta.
En el otro lado, el primer ministro socialista, Jean-Marc Ayrault, constató como datos fundamentales la “elevada abstención y la progresión del Frente Nacional”, que atribuyó al “descontento y las dudas” de una parte del electorado por un “contexto económico y social difícil”. “Haremos todo lo que esté en nuestra mano para que a la salida de la segunda vuelta, ninguna ciudad esté gobernada por el FN”, subrayó por su parte el primer secretario del PS, Harlem Désir.
Con un total de 595 candidaturas en municipios de más de 1.000 habitantes –sólo el 6,1% del total–, el porcentaje global de votos obtenido por el FN en el conjunto del país es forzosamente bajo, pero por esta misma razón engañoso. El partido de Marine Le Pen no sólo ha ampliado su implantación local –nunca había presentado tantas listas–, sino que ha mejorado claramente los resultados de las elecciones municipales del 2008, cuando el FN parecía empezar el camino del declive. Todo lo contrario, los resultados de ayer confirman la curva ascendente iniciada en el 2012, con el éxito de la elección presidencial, donde Marine Le Pen (17,9% de los votos) superó el resultado de su padre en el 2001, y de las legislativas, en las que obtuvo el 13,6%. El sistema electoral francés –mayoritario, a dos vueltas– puede dejar al FN finalmente fuera de muchas alcaldías el domingo que viene, pero la tendencia registrada ayer puede ser el aperitivo de las elecciones europeas del próximo mes de mayo, donde –esta vez sí– el Frente Nacional juega en condiciones muy favorables. Varios sondeos le colocan en cabeza en intención de voto.
El peso creciente del FN podría jugar en favor del Partido Socialista en la segunda vuelta. Marine Le Pen, que se ha esforzado por presentar a los dos grandes partidos de la derecha y la izquierda como dos caras de la misma cosa –que ha bautizado como “UMPS”–, no piensa llamar a votar por la derecha, sino que dejará libertad de voto a su seguidores.
Eso podría salvar in extremis en algunas ciudades a los candidatos socialistas, víctimas de un claro voto de sanción. El PS y sus aliados habrían obtenido ayer globalmente el 43% de los votos, cinco puntos por debajo de la derecha y los centristas, con el 48%, una diferencia clara que invierte el resultado de las elecciones municipales del 2008, cuando el castigado fue Nicolas Sarkozy y la UMP perdió una cuarentena de ciudades de más de 30.000 habitantes a manos de la izquierda.
A falta de ver cómo juegan las “reservas” de votos que los socialistas y sus adversarios pueden oponer el próximo domingo, el PS recibió ya ayer mismo varios sustos: en París, la candidata de la derecha, Nathalie Kosciusko-Morizet, aventajaba por poco –en contra de los pronósticos– a Anne Hidalgo; en Marsella, el alcaldable socialista quedó en tercer lugar por detrás del FN, y en Toulouse y Estrasburgo la UMP obtenía la ventaja. Dato simbólico: el PS podría perder dentro de una semana la alcaldía de Niort (Deux Sèvres), que retenía en sus manos desde hace 60 años…
Varias figuras de la UMP consolidaron sus feudos locales. El más destacado de ellos, el ex primer ministro Alain Juppé, uno de los políticos más valorados por los franceses, fue reelegido en la primera vuelta –con el 60% de los votos– a la alcaldía de Burdeos.
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