El número de ciudadanos españoles que residen en el extranjero sigue aumentando y ya ha superado los dos millones de personas. Estas son las cifras que el INE ofreció ayer a partir de la estadística del Padrón de Españoles Residentes en el Extranjero (PERE). Sin embargo, la realidad es que hay muchos más aunque sea prácticamente imposible de cuantificar. Si el aumento relativo este año ha sido del 6,6%, tomando como referencia el último quinquenio, casi 600.000 ciudadanos con nacionalidad española han decidido dejar el país.

FUENTE:
INE
LA VANGUARDIA

A la hora de analizar estos datos debe de tenerse en cuenta que provienen del PERE. Es decir, parte de aquellos ciudadanos que cuando llegan al país de destino se inscriben en el consulado español. En términos relativos los mayores incrementos se han registrado en Ecuador (un 51,7%), Colombia (21,5%) y Perú (13,6%), y según se indica casi el 60% de las personas que se registraron en el padrón habían nacido en el país en el que ahora fijan su residencia y no son, por tanto, españoles de origen. Son aquellas personas que hace más de una década en época de bonanza económica decidieron probar suerte en España, aquí vivieron, trabajaron y obtuvieron la nacionalidad.

La crisis les ha obligado a regresar pero no quieren perder la nacionalidad española, explica Pau Miret, sociólogo e investigador del Centre d’Estudis Demogràfics (UAB), por si un día necesitan regresar. Aunque no son mayoría, también debe observarse el número de nacidos en España que residen fuera, 702.734 el pasado 2013, con un incremento de 179.000 personas en el último quinquenio sólo con la estadística del PERE.

El 63,3% de los inscritos en el padrón tienen fijada su residencia en América, el 33,6% en Europa y el 3,1% en el resto del mundo. Los datos que se acumulan en los últimos años son todo un retrato del profundo impacto de la crisis en España, con más de 100.000 personas dejando cada año el país. Los años con más partidas fueron el 2010 y el 2013 –con 128.655 y 126.800–.

Pero esta es sólo una parte del retrato porque, como recuerda Miret, las personas que han nacido aquí y se marchan normalmente no se registran en el consulado porque no les aporta nada y porque muchas prefieren seguir empadronadas en su ciudad de origen. Una situación que se da sobre todo en las emigraciones hacia otros países europeos. A modo de ejemplo explica que el número de españoles inscritos en la seguridad social del Reino Unido es seis veces mayor al de registrados en el padrón de residentes extranjeros. Pero los datos del INE sí que sirven para fotografiar buena parte de una realidad social difícil. Francia, por ejemplo, aparece como uno de los principales destinos para establecerse, lo que es lógico, según el Observatori d’Estudis Demogràfics, ya que es donde los ciudadanos del norte de África, sobre todo los marroquíes, tienen también sus redes y partes de sus familias o conocidos. Los que se van se registran para no perder su nacionalidad española, que en su caso cuesta 10 años conseguirla, y les permite moverse libremente en la UE.

El caso de Estados Unidos sería diferente ya que se asocia con una inmigración sobre todo de trabajadores cualificados, y normalmente nacidos en España. Aparecen aquí en las estadísticas del INE porque para trabajar en EE.UU. se requieren unos complejos pasos burocráticos en la embajada y al llegar hay que inscribirse en el consulado español. Argentina y Cuba también se sitúan como países con notables incrementos aunque deben tenerse en cuenta los lazos históricos y las tramitaciones de la llamada ley de Nietos, que permite la nacionalización de los descendientes de españoles fruto de la ley de Memoria Histórica.

En este año 2013 que se radiografía, el 64,5% de los inscritos en el PERE nacieron en América. De los nacidos en España y registrados en los consulados el año pasado, el 53% ha fijado su residencia en Europa y el 36,8% lo ha hecho en América. También se observa un crecimiento general de españoles en Asia.